bilbao - El administrador de Vicrila se ha decantado por Mivaricar como opción más fiable para salvar la empresa tras las adjudicaciones fallidas a Sainberg y Gestiber. Mivaricar es una sociedad creada por tres empresarios vizcaínos de distintos sectores que llevan más de un año trabajando en un plan para reflotar Vicrila. El administrador cree que su oferta es más completa que las de Sherpa e Idurgo al contar con importantes inversiones industriales y el mantenimiento de 240 de los 290 empleos. Si la plantilla acepta la propuesta, Mivaricar tendrá casi todas las papeletas para hacerse con la fábrica de Lamiako. “La oferta es firme. Si todas las partes colaboramos Vicrila saldrá adelante”, dice uno de los industriales vinculados a Mivaricar.
Después de casi año y medio en concurso de acreedores, Vicrila afronta una carrera contrarreloj. El administrador concursal ha tardado una semana escasa en escoger una de las tres ofertas planteadas por la empresa y ahora da hasta el próximo miércoles, solo cinco jornadas más, para que los trabajadores emitan su veredicto sobre Mivaricar. Si la plantilla acepta las condiciones, el equipo de gestores del nuevo inversor se pondrá al frente del proyecto de manera inminente, antes incluso de que el juez concursal dé el sí definitivo.
Pese a las urgencias económicas, tras los dos últimos sustos la parte social prefiere no precipitarse. Tras recibir la comunicación del administrador, el comité informará a la plantilla estos días de cara a conocer su opinión sobre Mivaricar, que pone como condición imprescindible para seguir adelante contar con el visto bueno de los trabajadores.
En principio, el planteamiento de los tres empresarios vizcaínos es el menos malo a nivel social. Se mantendrían 240 puestos de trabajo y hay disposición a que el grueso del ajuste se produzca mediante salidas pactadas. Por otro lado se piden rebajas salariales de entre el 20 y el 25%, en línea con lo que reclamaba Gestiber.
inversiones En cuanto al proyecto industrial, fuentes conocedoras de la oferta remarcan que los socios de Mivaricar llegan con una propuesta de garantías. Están avalados por Fernando Bermejillo, actual máximo responsable de la fábrica, que es quien ha asesorado sobre las inversiones necesarias para reflotar el proyecto. Además del millón de euros inicial solicitado como garantía por el administrador para formalizar una oferta -uno de los tres aspirantes no ha cumplido este requisito-, Mivaricar haría inversiones que en total podrían superar los 15 millones de euros, sumando las destinadas al mantenimiento y las de corte productivo.
Antes de final de año se pondría en marcha una segunda línea de copas, una demanda básica de la parte social, y, como novedad, se plantea crear una microfundición de aluminio utilizando los gases del proceso productivo que contaría con 20 trabajadores.
Los tres socios que integran Mivaricar conocieron ayer por la mañana la decisión del administrador, que supone un espaldarazo al proyecto. Uno de ellos está ligado a una firma dedicada al reciclaje de residuos, otro al sector de la alimentación y el tercero al mantenimiento de hornos industriales. Pese a la disparidad de actividades, aseguran que llevan casi un año trabajando en el plan de rescate y que han sido capaces de generar sinergias que repercutirán positivamente en el desarrollo de la fábrica de Lamiako, con la que por distintos motivos tienen un vínculo especial.
“La oferta va en serio, claro”, asegura uno de los tres al recordar los dos procesos de adjudicación fallidos. “Aun hay requisitos por cumplir. Pero si todos los elementos se alinean Vicrila saldrá adelante”, afirma. El primer paso es contar con el visto bueno de la plantilla en un plazo máximo de cinco días. El aval de los trabajadores será decisivo en la decisión final del juez mercantil que lleva el concurso. Aunque la adjudicación judicial suele considerarse un punto de no retorno, tras lo ocurrido anteriormente en el caso de Vicrila habrá que esperar un tiempo para saber si a la tercera va definitivamente la vencida.
Capital vasco. Mivaricar es una sociedad formada de forma específica para comprar Vicrila por tres empresarios vizcaínos de los sectores del reciclaje, el mantenimiento industrial y la alimentación. La relación es anterior a la puesta en marcha de este proyecto, en el que los tres comenzaron a trabajar hace casi un año.Inversiones. La oferta de Mivaricar incluye inversiones de más de 15 millones de euros, incluyendo una segunda línea de copas antes de fin de año. Unos seis millones se activarían de manera inmediata para el mantenimiento de la maquinaria.
Ajustes. Se mantendrían unos 240 empleos, con la salida de unas 50 personas. La mayor parte del ajuste se haría vía bajas pactadas. Además, se pide una rebaja salarial de entre el 20 y el 25%, tal y como había acordado la plantilla con Gestiber.
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El plan industrial de Mivaricar incluye la puesta en marcha de una microfundición de aluminio con unos 20 trabajadores.