BILBAO - Está al frente de un equipo de 150 especialistas en financiación de empresas y por ello conoce de primera mano la situación del tejido productivo vasco. Ha llegado el momento de la “consolidación” del crecimiento de la economía y Fernando del Hoyo considera que la prueba más palpable es la “calidad” de las inversiones que se están acometiendo.
Las estadísticas de financiación a empresas de Kutxabank volverán a crecer este año, ¿se consolida la recuperación de la economía?
-Sí, este año es un año de consolidación del crecimiento. La crisis ha sido larguísima. En nuestro negocio siempre pasamos por ciclos y por crisis, pero la última ha sido larga y se ha llevado por delante mucho tejido empresarial. En las crisis cierran las empresas débiles, pero en este caso también han cerrado empresas de más de cien empleados, que son las que tiran de las pequeñas. Ha sido muy duro, pero ya no toca hablar de crisis. Estamos creciendo, el PIB vasco crece por encima de lo que crece Europa.
Y sin embargo en ocasiones se sigue hablando como si la crisis continuara siendo una amenaza.
-Es que la huella ha sido tan profunda que parece que seguimos, pero el ciclo ha cambiado. En la parte de financiación en el año 2014 ya empezamos a ver crecimientos. Ahora vemos camiones en las carreteras, porque hubo un tiempo en el que ibas por la autopista y no veías ni un camión. Era preocupante. El año pasado fue un año bueno y este año será todavía mejor en el ámbito de la financiación de empresas.
¿Cómo se cerrará el año?
-En línea con lo previsto. Empezamos con mucha fuerza y pensamos que iba a ser un año mejor de lo que creíamos y al final ha sido un año acorde con nuestras previsiones, que eran positivas. La facturación crece por encima del 30% pero es una cifra que se debe a de dónde venimos. En cualquier caso son crecimientos de financiación que están bien, no son de poca expansión, aunque la gente tampoco está volviéndose loca. Se hacen las inversiones necesarias.
¿Hay mayor calidad en la inversión?
-Eso es. La capacidad de producción está al 80%, esta ampliándose la capacidad. Se están acometiendo inversiones de las bonitas: ampliar una planta, comprar un pabellón o lanzar una nueva línea de producción. Este año se están viendo inversiones que no se veían. ¿La calidad? En la crisis ha habido una limpieza. Las empresas que han sobrevivido tienen mucha más fortaleza, aunque el tejido en Euskadi siga siendo de empresas muy pequeñas. Kutxabank es líder en el segmento de pequeñas empresas y siempre hemos sido muy cercanos. Además conocemos a los socios y estamos cómodos con ellos. La inversión sí que va mejorando la calidad. Lo que ahora hay es mucha oferta de financiación. Hemos pasado de unos años en los que cuando le preguntaban a los empresarios por sus preocupaciones la número uno o la número dos era que no había crédito. Ahora esa preocupación no existe. Nosotros por ejemplo tenemos la línea de financiación Makina Berria con las patronales y ponemos 2.000 millones de euros para la financiación y es una línea que se agota. Hay financiación abundante y muy barata.
¿Cuál es la empresa tipo que solicita financiación a Kutxabank?
-La industria es nuestro mayor demandante de financiación. Los servicios, sobre todo el comercio, es una parte muy importante, pero la actividad manufacturera absorbe el 40% de nuestra financiación. El impulso industrial que promueve el Gobierno Vasco es vital, porque las fábricas absorben mucho empleo. El peso de la industria bajó al 18% del PIB durante la crisis, ahora ronda el 21%. La apuesta del Gobierno es muy importante y ahí estamos nosotros con instrumentos como Makina Berria y nuestro apoyo a la internacionalización y digitalización.
¿Facilita la digitalización el acceso al crédito?
-Claramente, esa es la línea de trabajo. Nosotros llevamos digitalizándonos desde los años 80. Los desarrollos informáticos son una parte muy importante de nuestra inversión. El enfoque actual es mucho más de cliente, es de ver la necesidad del cliente y ver cómo la puedo cubrir de manera digital, y claro que se potencia la financiación con las herramientas digitales. Y a pesar de todo somos una banca de personas y lo más importante en la banca de empresas es el gestor personal.
Siempre hay una cara.
-Claro, no tenemos un modelo de relación absolutamente estandarizado. El cliente viene con una necesidad o un problema y nosotros tratamos de buscar la mejor manera de financiarlos para él, que le encaje y que haga que su proyecto de inversión avance. Hay que sentarse con cada empresa y ver lo que le viene mejor.
¿Seguirá el crecimiento en 2018?
-Desde luego, el año 2018 tiene una pinta muy parecida a 2017 e incluso un poquito mejor. Estamos en una fase expansiva, una fase de un crecimiento muy importante. La financiación de ventas crece a dos dígitos. La financiación de las empresas no crece todavía a dos dígitos y el problema que tienen es en los márgenes. Tendrán que hacer ajustes de coste, elevar la productividad... hay que echarle imaginación, porque, al igual que nosotros tenemos mucha competencia en nuestro sector, el resto también tiene mucha competencia. Los márgenes son modestos y eso hace que los resultados no sean muy boyantes.
¿Cuál es la máxima preocupación de las empresas ahora?
-Su máxima preocupación son los márgenes. Luego está el marco labora, que hay empresas a las que les afecta y empresas a las que no les afecta tanto. La verdad es que la crisis ha reestructurado tanto las empresas, los costes, que están todas muy afiladas. Un marco laboral más acorde seguramente ayudaría. La bajada del Impuesto sobre Sociedades que se va a aprobar, es muy interesante, porque las empresas son las que generan empleo y eso ayuda. No debemos confundir el Impuesto sobre Sociedades con el dividendo y las empresas necesitan recursos para reinvertir y ser competitivos. El mundo avanza muy deprisa y la globalización hace que tus competidores pueden estar a 500, a 1.000 o a 2.000 kilómetros. Antes competías solo con los cercanos pero ahora la competencia está en todo el mundo por lo que medidas como la bajada de Sociedades son interesantes.
¿Y están las empresas en condiciones de contratar trabajadores?
-Están contratando de hecho. El empleo crece. Si las empresas venden, contratan. Si ganan dinero, contratan. Lo que quieren las empresas es crecer y, por tanto, generar empleo. Cuando estamos con empresarios de lo que más orgullosos están siempre es de las familias que mantienen y del empleo que generan. Es su preocupación, porque, cuando les va mal, le va mal a un montón de gente que dependen de ellos. Los empresarios son muy sensibles a la creación de empleo, otra cosa es que lo necesites o no. Si no estás vendiendo más, no puedes crear empleo.
Será complicado que la financiación de Kutxabank siga creciendo un 30% anual, ¿que porcentaje podría considerarse reflejo de una economía normalizada?
-Nuestra previsión de cara a 2018 es del entorno al 15 o 20%. Esos crecimientos denotarían que la economía tira y que las empresas están invirtiendo.
Se había hablado de que los tipos de interés iban a subir el año que viene, pero ya se está dando por hecho que no será hasta 2019.
-Por desgracia.
¿Cómo trabaja un banco en ese escenario?
-Mal, mal. A los clientes se lo decimos: esto es como si tú vendes y pagas en lugar de cobrar. Así es como estamos. La verdad es que la situación es preocupante y no sé si sostenible. Bueno, llevamos unos cuantos años haciendo una cosa que parecía insostenible y seguimos vivos y seguimos sanos. Por eso es importante ver la calidad del crédito que das. No puedes equivocarte porque no hay margen para el error.
¿Les urge que suban los tipos?
-Sí que deseamos que los tipos suban, no que suban demasiado porque si no las empresas igual tendrían dificultades. Sin embargo, las empresas se han acostumbrado a financiarse en un entorno de tipos en negativo y eso también es un riesgo para ellas, porque lo normal es que una empresa haga sus proyectos de inversión con unas tasas del 3, del 4 o del 5%, y los tipos están por debajo de ahí. Los tipos en el Estado están por debajo de los alemanes, la preocupación hace unos años de los empresarios era que los tipos estaban por encima de los competidores. Ahora no tienen la preocupación de que estén por debajo, nosotros sí.
Pese a la necesidad de vigilar la calidad del crédito, Kutxabank está concediendo muchos préstamos y su tasa de morosidad está muy por debajo de la media del sector.
-La verdad es que en la crisis hemos sufrido, pero menos que nuestros competidores. Nosotros tenemos una vocación de estabilidad con nuestros clientes. No hacemos una banca oportunista. Somos de aquí, nuestros clientes están aquí junto a nosotros y no empezamos a trabajar con un cliente y al año nos vamos. Tenemos vocación de permanencia y ahora les acompañamos en el crecimiento con gusto.
También les acompañan en la internacionalización
-Una de las cosas que ha traído la crisis es que ha animado a muchos a salir fuera. Como lo más cercano estaba tan deteriorado, aunque no quieras ir a un sitio, la realidad a veces te empuja. Y ese empujón nos ha venido muy bien porque la balanza de comercio exterior vasca despierta muchas envidias.
Se ha perdido el miedo a salir.
-Se ha perdido el miedo por parte de las empresas y además las instituciones también han desarrollado herramientas pasa salir fuera. Todo ha apoyado esa dinámica. Ahora ves a clientes que tienen un 45% de sus ventas fuera y eso le da una estabilidad y una tranquilidad muy importante. Y nos da tranquilidad a nosotros a la hora de prestarles dinero, porque nos preocupa cuando una empresa depende un 80% de un cliente.