donostia - “La reutilización de los componentes empleados en productos 4.0 es un reto y una oportunidad para la industria, y un aspecto que no hemos abordado tan eficazmente”. Así lo defiende Krystyn Van Vliet, responsable de Innovación del Massachusetts Institute of Technology MIT que ayer ofreció una conferencia en el Congreso Basque Industry 4.0 en el Kursaal donostiarra.

La investigadora explicó didácticamente que la fabricación avanzada ha creado “un gran entusiasmo” que atribuyó a la novedad y a estar en su fase inicial. Sin embargo, Van Vliet advirtió de que todos los productos innovadores que van surgiendo en el mercado tienen un ciclo de vida y se preguntó cómo se gestionarán cuando dejen de funcionar.

“¿Dónde acaban nuestros teléfonos? En el cajón o en un vertedero donde no se descomponen”, avisó aunque también citó algunos ejemplos de una gestión adecuada de estos productos en China y Bélgica, donde se impulsa el reciclaje de sus componentes. En este sentido, incidió en que algunos productos innovadores, como los iPhones, incorporan materiales de alto valor añadido, entre los que citó el oro o el platino.

En países europeos estos elementos se reciclan, razón por la que “los consumidores pagan más por estos productos que en Estados Unidos, donde no utilizamos estas técnicas”, señaló Van Vliet. Un estudio realizado por MIT en Portugal concluye, según dijo, que “se desperdician millones de dólares por no recuperar todos los componentes del teléfono móvil”.

A juicio de la investigadora estadounidense, la economía circular también en la Industria 4.0 es un desafío que se puede convertir en una oportunidad de futuro para la creación de nuevas empresas, “sobre todo pymes”, que se dediquen al reciclaje de este tipo de productos innovadores y donde se pueden crear nuevos puestos de trabajo.

Van Vliet también explicó que, al presentar un proyecto innovador, habitualmente se consigue financiación para implantarlo y si tiene éxito también obtendrá dinero, esta vez de la venta. Pero advirtió de que existe un “valle de la muerte” entre los inicios y la comercialización del producto y servicio que exige el diseño de estrategias específicas para evitar que estos negocios fracasen. En esta labor, coincidió con el lehendakari, Iñigo Urkullu, al apostar por la colaboración público privada. - M.M.