donostia - CNA Group, que adquirió en 2014 la antigua cooperativa Fagor Electrodomésticos y que hace cuatro días presentó un preconcurso de acreedores al acumular una deuda de 100 millones de euros, se pronunció ayer sobre esta decisión en un comunicado. El grupo catalán avanzó que trabaja en un plan de viabilidad que contempla “mantener únicamente la producción que demuestre ser eficiente económicamente y sostenible”. Los planes del grupo desvelados ayer de manera general confirman el temor expresado por los trabajadores el pasado lunes ante la posibilidad de que se cierren algunas líneas de actividad de Fagor CNA Group, que se podría confirmar más adelante. El grupo empresarial de Catalunya, lejos de dar a entender una hipotética retirada del escenario económico vasco, reiteró su “apuesta por la continuidad” de la marca porque “confía en su fortaleza”.

Sin embargo, volver a enderezar el camino de Fagor CNA Group para que retorne a los beneficios exigirá la elaboración de un plan de viabilidad con el que el grupo, según comunicó ayer, pretende por un lado reducir sus “gastos de estructura”, y por otro lado iniciar negociaciones con diferentes entidades financieras que concluyan en acuerdos que le permitan “definir una nueva estructura empresarial estable y sostenible”. Para lograr estos objetivos, la compañía considera que necesita tiempo, y de ahí que haya presentado un preconcurso de acreedores que, según afirmó, le otorga los cuatro meses que considera “suficientes” para proceder a la reestructuración pretendida. Esta medida ha sido necesaria tras comprobar que sus estimaciones de inversión iniciales se alejan mucho de lo que ha exigido la situación de la marca.

CNA Group explicó que, tras adquirir la unidad productiva Edesa Industrial, que se encarga de fabricar los electrodomésticos de Fagor, comprobó que “la inversión necesaria para alcanzar el punto de equilibrio en la cuenta de explotación era muy superior a la esperada”. Lamentó que, a pesar de haber destinado a esta actividad 20 millones de euros más de lo que había presupuestado, “los costes de producción y de la estructura fabril son muy elevados”. Según admitió, solo un volumen de ventas “de difícil consecución” podría sanear unas cuentas también afectadas por “tensiones financieras que han provocado la reducción del circulante bancario”.

El comité de empresa de Fagor CNA Group, por su parte, también explicó ayer los pasos que ha dado el grupo con los trabajadores, tras calificar de “inaceptable” que conocieran la noticia a través de los medios de comunicación el pasado sábado. Ese mismo día pidieron una reunión que se celebró el pasado lunes, en el que el director general de CNA Group, Francisco Martín, les comunicó que la dirección trabaja en “asegurar el abastecimiento de las líneas de producción en marcha”. El presidente del grupo catalán, Jorge Parladé, también les trasladó su intención de reunirse con los representantes legales de los trabajadores, en un encuentro que se desarrollará mañana. El comité de empresa exigió ayer que el plan de viabilidad anunciado “no se haga de espaldas a nosotros”, puesto que son los principales damnificados de esta mala situación económica. En este sentido, recordó que “estamos gastando el desempleo” al encontrarse inmersos en un ERE, “sin conocer ningún detalle de cuál es el proyecto empresarial de CNA” para Euskadi.

Reunión con el gobierno vasco Por su parte, el Gobierno Vasco se reunirá esta misma semana con responsables del grupo catalán CNA con el objetivo de “buscar, si es posible, salidas que permitan mantener el empleo y la actividad” en Edesa Industrial. Así lo anunció ayer el portavoz Josu Erkoreka en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. Estas declaraciones se producen un día después de que la consejera vasca de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, mostrase el pasado lunes su enfado con CNA Group por no comunicar con anterioridad la decisión al Ejecutivo vasco. - Maialen Mariscal/Efe