BILBAO - La Inspección de Trabajo ha detectado 9.993 empleos irregulares en los últimos cinco años en Euskadi, un fraude que se tradujo, a su vez, en el pago de 210,6 millones de euros a la Seguridad Social en concepto de cuotas no abonadas. La Inspección de Trabajo reconoció ayer la “gravedad” del problema.

El delegado del Gobierno en el País Vasco, Javier de Andrés, y el director territorial de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, Carlos García, presentaron ayer el balance de los últimos cinco años de las actuaciones contra los fraudes a la Seguridad Social y la economía sumergida.

La mayoría de los fraudes se corresponde con los cometidos con empresas que tienen a trabajadores sin contrato o que emplean a personas a jornada completa pero a las que sólo dan de alta a tiempo parcial. Esto, además de la pérdida de derechos laborales para los trabajadores, se traduce en una merma en las cotizaciones que deben abonar las empresas a la Seguridad Social. Entre 2012 y 2016, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social del Gobierno central detectó en Euskadi casi 10.000 empleos irregulares, de los que 4.831 se descubrieron en Bizkaia; 3.091, en Gipuzkoa y 2.071, en Alava. El año pasado se detectaron 2.104 empleos fraudulentos. - E.P.