BILBAO. Representantes de las seis centrales han presentado este miércoles, en una rueda de prensa en Bilbao, las movilizaciones que realizarán con motivo del Día Mundial de la Salud y la Seguridad Laborales el día 27 en Vitoria (a las once y media en la plaza de Correos) y el día 28 en Bilbao (a las once frente a la sede de Confebask) y Iruñea (a las doce del mediodía ante Fremap).

Según ha explicado la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, "la mayoría sindical se volverá a movilizar conjuntamente después de cinco años" y, en esta ocasión, centrará la jornada de la Salud y la Seguridad Laborales en las enfermedades profesionales.

En función de los datos aportados por las centrales, a lo largo del pasado año, fallecieron 53 trabajadores en Euskadi y Navarra en accidentes de trabajo, que se incrementaron un 9% con respecto a 2015. Sin embargo, en palabras de Ainhoa Etxaide, las muertes en accidentes laborales son únicamente "la punta del iceberg" ya que, de media, por cada fallecimiento en accidente de trabajo, se producen 18 muertes por enfermedad profesional en la Unión Europea.

Por contra, ha subrayado, en Euskadi y Navarra las estadísticas no contabilizan "ninguna" por enfermedad laboral, a pesar de que, por ejemplo, en los últimos nueve años han fallecido 180 trabajadores debido a exposición al amianto. Según ha denunciado, la "dimensión" de este problema "no sale a la luz" por "decisiones políticas".

El informe elaborado por ELA, LAB, ESK, Steilas, EHNE e Hiru, con el lema 'La precariedad mata y enferma', señala que, en 2016, las enfermedades laborales, "las grandes olvidadas", aumentaron en Euskadi y Navarra un 8,2% con respecto a 2015 y 2014. Se producen cerca de diez enfermedades laborales cada día, de las que cuatro derivan en baja de más de un día.

Las más frecuentes son las derivadas de agentes físicos y, dentro de ellas, las causadas por posturas forzadas y movimientos repetitivos, que suponen el 40% del total de enfermedades profesionales declaradas.

El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, ha denunciado que a los gobiernos no les "preocupa" la salud laboral ya que "año tras año se van sucediendo los mismos datos", de manera que "cuando la actividad económica sube hay más accidentes y enfermedades profesionales".

Según ha indicado, "nuestros gobiernos no tienen voluntad de atacar" esta situación porque defienden que "la precariedad sea la solución a la crisis" y, además, los datos de las partidas presupuestarias a los institutos vasco y navarro de Seguridad y Salud laborales y los medios de la Inspección de Trabajo evidencian que "hay mucha propaganda y poca voluntad real de convertir en centralidad este problema".

En este marco, Muñoz ha denunciado que "los gobiernos defienden la posición patronal de que hay que alimentar la precariedad" para mejorar las estadísticas de desempleo y realizan licitaciones "a la baja" de sus contrataciones "sabiendo que las empresas terminan tirando condiciones de trabajo, explotando a la gente y que se producen accidentes de trabajo".

El dirigente de ELA ha advertido de que "las reformas estructurales no han terminado" y, en este sentido, ha censurado que este pasado martes el Fondo Monetario Internacional haya "recomendado otra reforma laboral", una solicitud a la que "se apunta Confebask" porque considera que la contratación fija está "muy protegida".

Los sindicatos alertan en su informe de que el aumento de los daños a la salud se debe a que "la precariedad se encuentra en la base de todas las pérdidas de salud". Según indican, desde la reforma laboral de 2012, la contratación hecha por ETT ha aumentado un 51% y la contratación a tiempo parcial supone cerca del 40% de media y del 70% para el caso de las mujeres.

Asimismo, los sindicatos han denunciado que el tratamiento de enfermedades laborales "deja al margen un montón de situaciones con consecuencias graves para la salud" como el caso de las mujeres que trabajan en el ámbito doméstico o que están empleadas "en condiciones precarias".

También han alertado de la tendencia de crecimiento de las enfermedades laborales con consecuencias "cada vez más graves", como la depresión, que "están empezando a ser las nuevas epidemias del siglo XXI". "En muchos casos, tienen su fuente en las condiciones laborales", ha denunciado la secretaria general de LAB.

PARTIDO AMAÑADO

Los sindicatos han incidido, asimismo, en las enfermedades laborales se han dejado "en manos de las mutuas, el instrumento de los empresarios". "Si estuviéramos hablando de un partido, nadie cuestionaría que, si el árbitro lo pone uno de los equipos, el partido está amañado", ha señalado Etxaide, que ha lamentado que, en este caso, "no se denuncia el amaño y, además, se le da cobertura política e institucional".

Según ha explicado Adolfo Muñoz, los servicios jurídicos de los distintos sindicatos tienen "muchísimo trabajo" ante las altas "indebidas" que realizan las Mutuas a "personas que están mal para trabajar", así como ante la "negación" la calificación de laboral a accidentes y profesionales que "lo son".

Finalmente, los sindicatos denuncian que "hoy en día a la patronal nuestra enfermedad y muerte las sale casi gratis". "La aplicación de sanciones es irrisoria", critican.

ELA, LAB, ESK, Steilas, EHNE e Hiru han elaborado un decálogo de peticiones a los gobiernos vasco y navarro porque "sólo falta voluntad política para desarrollar un sistema alternativo de protección de la salud que ponga en el centro la vida y la salud de las personas".

Entre sus reivindicaciones, se encuentra la creación de "empleo saludable, de calidad y seguro", así como "más recursos" par ala investigación de las enfermedades profesionales, especialmente las que afectan a las mujeres.

Promover la evaluación del impacto en la salud de las políticas públicas, medidas contra el "subregistro" de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales como la creación de un registro propio, y un sistema de salud laboral integrado en el sistema público son otras de sus peticiones.

También reclaman un sistema propio de Seguridad Social, mayor inspección, control y sanción contra las empresas "incumplidoras", vigilancia de la actividad de las mutuas por las instituciones públicas vascas, un sistema público de prevención que tenga como prioridad la salud de las personas, y la prevención "integral e integrada" en las empresas desarrollada con recursos propios.