MADRID - La agonía del Banco Popular bajo la presidencia de Angel Ron ha llegado a su fin con el golpe encima de la mesa de los principales accionistas que han obligado a Ron a dejar el cargo, que será asumido por Emilio Saracho, un economista madrileño de 61 años procedente de JP Morgan, especialista en banca de inversión y consejero de Zara-Inditex. Ron que heredó de los hermanos Valls, uno de los bancos más rentables de España y el más representativo entre las pymes, ha visto como la entidad financiera perdía valor a manos llenas estos años hasta el punto que sus acciones que llegaron a costar 39,8 euros en 2007 habían caído hasta los 0,77 euros. La herencia de Bami, Colonial, Fadesa, Abengoa y Pescanova se ha mostrado muy pesada en las cuentas. Solo este año la pérdida de valor había superado el 70%, una cifra sin parangón en el sector bancario español. Una caída acentuada con las numerosas noticias negativas surgidas de la entidad financiera que ha dilatado el ajuste derivado del impacto en sus cuentas de la crisis inmobiliaria y financiera que estalló en 2008, y que se concretó días pasados en un acuerdo para reducir la plantilla en 2.592 personas, con el cierre de 300 oficinas, de las que una decena serán en la CAV. Ayer, una vez conocido que la resistencia de Ron, presidente desde 2004, había sido vencida y se nombraba a un nuevo presidente, la acción se disparó un 13,6%.
Ahora, Saracho tiene la difícil tarea de dar credibilidad a las medidas del banco que pasan, además de culminar el ajuste laboral , por sanear sus activos contaminados por los préstamos al ladrillo a través de su traspaso a un banco malo, y preparar a la entidad para una fusión o para seguir independiente. - X. A.