madrid - Muchos analistas consideran que el verdadero reto de España no es reducir su deuda pública, sino adelgazar su enorme volumen de deuda privada, la contraída por las empresas y las familias. El verdadero motor de una economía no es el gasto de los ciudadanos y las compañías, ya sea como inversión o como consumo. El gasto público queda en un segundo término aunque si, como va a ocurrir los próximos años en el Estado, se constriñe, se frena la economía.

Cuando el sector privado debe mucho dinero cierra a su vez el grifo del gasto. En el caso de España los números provocan vértigo. Tomando como referencia el PIB, la deuda privada de España supone un 149% del PIB del Estado. El endeudamiento de los hogares y de las sociedades no financieras supera los 1,6 billones de euros. Con todo, el sector privado está consiguiendo avances allí donde la administración del Estado fracasa y encadena ya tres años en los que ha conseguido limar su deuda mes a mes en términos interanuales. La situación ha mejorado sobre todo gracias a la recuperación económica, que ha permitido reducir el agujero de familias y empresas considerablemente desde el máximo (2,1 billones) alcanzado en 2009, en plena explosión de la crisis.

reducción anual La dinámica continúa y según los datos del Banco de España la deuda privada ha bajado un 1,2% de julio de este año respecto a julio del año pasado. La factura se ha aligerado en 53.000 millones en los últimos doce meses y en 11.000 millones desde diciembre. En términos porcentuales, la reducción interanual es más favorable en el caso de los hogares (-1,9%) que en las compañías (-0,6%).

Son ritmos que contrastan con el crecimiento del 4,7% que está registrando la deuda de las administraciones públicas, que absorbe toda la mejora privada. Si se suma la deuda privada y la pública, los españoles deben 2,734 billones y se intuye que la dinámica seguirá siendo ascendente los próximos meses. De los más de 1,6 billones de endeudamiento privado, la mayor parte, algo más de 900.000 millones, son imputables a las empresas, que han logrado poner tierra de por medio con los 1,2 billones récord que registraron en abril de 2009. Por su parte, las familias han conseguido reducir en casi 200.000 millones el máximo de 912.000 millones alcanzado en noviembre de 2008. En gran parte, lo han podido hacer gracias a la amortización anticipada de créditos hipotecarios que permiten los actuales bajos tipos de interés. - DNA