gasteiz - Las tres haciendas vascas están estudiando fórmulas para evitar la caja B en tiendas y bares. La opción que cobra fuerza es la de colocar un programa en las cajas registradoras de modo que no sea posible alterar las cuentas y ocultar ingresos al fisco. Es un paso que ya avanzó en marzo el diputado vizcaino de Hacienda en una comparecencia en Juntas. La Comisión de Lucha contra el Fraude Fiscal confirmó ayer en el Parlamento que esta medida está sobre la mesa y que las diputaciones forales están estudiando desde el punto de vista jurídico y técnico cómo ponerla en marcha.
El órgano antifraude del Gobierno Vasco y las tres diputaciones ya denunciaron en junio del año pasado que un 90% de las empresas minoristas inspeccionadas “alteran” el software de sus cajas registradoras para eliminar ventas y así no tener que tributar por ellas, especialmente por las pagadas con dinero en metálico. El estudio se realizó con un base muy reducida -20 establecimientos-, pero el resultado fue contundente. Coro Pereiro, miembro de la comisión, explicó ayer en el Parlamento que el plan plurianual en el que están trabajando persigue la catalogación de esa contabilidad B de comercios y otros establecimientos minoristas como infracción tributaria específica, con un régimen sancionador propio, aunque no precisó cuándo empezará a aplicarse.
Pereiro explicó que la OCDE defiende la necesidad de establecer unos procedimientos para que los datos registrados de los tiques entregados a los consumidores no sean manipulables. Son mecanismos que ya se han implantado en Canadá, Suecia y Austria ya están implantados sistemas que impiden a un comercio o establecimiento ocultar ventas que han realizado y Pereiro estima que en Euskadi se debe analizar cuál es la solución tecnológica a adoptar.
Antonio Pérez opinó que esta propuesta de control es “importante y moderna” y recordó a los ciudadanos que si hacen una compra y no reciben el tique “esa venta no se declara”, por lo que ha abogado por intensificar las campañas informativas de fomento de la exigencia del recibo, y de control para comprobar que los comercios y establecimientos lo expiden. Pérez apostó por un régimen de “sanciones fuertes” para los negocios que utilicen los “software de doble uso” con el fin de eludir impuestos.
Los miembros de la Comisión adelantaron que las haciendas detectaron un total de 826 millones de euros de fraude fiscal. Pinchar las cajas registradoras es solo la punta del iceberg del plan antifraude de este año y Pereiro y Pérez explicaron otras medidas que ya habían sido avanzadas, entre ellas la publicación de la lista de morosos fiscales.
Las haciendas vascas se han marcado también como objetivo erradicar las “estructuras artificiosas” de tributación utilizadas por los grupos empresariales internacionales. Se va a incidir asimismo en el adecuado control de quienes realizan operaciones intracomunitarias para evitar la existencia de tramas de fraude en el IVA. El plan contempla medidas de control también entre quienes desarrollan su actividad en sectores económicos de “elevado riesgo fiscal, tales como profesionales liberales o negocios minoristas”.
826
millones de euros fue el fraude fiscal que detectaron las tres haciendas vascas en 2015. La comisión estima que este año
se rondarán los 840 millones.Fraude por impuestos
tributomillones
IVA334
Sociedades272
IRPF121
Retenciones27,5
Otros69,5