GASTEIZ - La incertidumbre política es un lastre para las nuevas inversiones empresariales, señaló ayer el presidente de la sociedad de garantía recíproca (SGR) vasca Oinarri, José Ignacio Garate, con motivo de la celebración de la asamblea anual de la entidad avalista. Al acto acudió el lehendakari, Iñigo Urkullu, que pidió a Oinarri que ayude a la industria vasca a financiar sus nuevas inversiones. El máximo responsable de Oinarri mostró su “inquietud” por la “incertidumbre” económica y política en los entornos estatal e internacional, de la que advirtió de que supone un “lastre” para la toma de decisiones sobre nuevas inversiones empresariales.
José Ignacio Garate intervino en el museo Artium de Gasteiz ante la junta de socios de Oinarri, una Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) especializada en la financiación de empresarios autónomos y pequeñas y medias empresas (pymes). El máximo responsable de Oinarri analizó, entre otros puntos, los retos a los que se enfrenta la entidad en este ejercicio y no obvió la “incertidumbre” existente sobre la evolución de la economía y la política tanto en el ámbito estatal, como en el europeo y mundial. Para Garate esta coyuntura no está ayudando a las empresas a la hora de invertir, pues “lastra la toma de decisiones sobre nuevas inversiones de los proyectos empresariales”.
En Oinarri reconocen que los bajos tipos de interés pueden ser un acicate para invertir por su bajo coste y de hecho, Garate explicó que con una inflación cercana al cero, los tipos de interés están “en mínimos históricos”, y consideró que se mantendrán en una línea similar en 2017 mientras la inflación y los indicadores “sigan siendo bajos”. Esto “abaratará de forma notable” el coste financiero de la inversión, así como la financiación de circulante para las empresas, según admitió José Ignacio Garate en esta intervención ante los accionistas de la sociedad de garantía recíproca.
El presidente de Oinarri destacó que existe “una gran abundancia de liquidez al servicio de las empresas, así como una mayor facilidad de los últimos años para acceder al crédito empresarial”. En su opinión, esta situación implicará cambios “radicales” en el posicionamiento de las entidades financieras. La citada sociedad de garantía recíproca vasca se ha marcado como uno de sus retos para este año agilizar los procesos mediante el “impulso a una nueva estructura interna que permita una mayor cercanía a su base societaria”. Este objetivo tiene implícito un compromiso que va a adoptar la entidad crediticia, que consiste en dar respuesta inmediata, en menos de cinco días, a la demanda de avales. Además, Oinarri prevé la apertura a nuevas formas de colaboración con los organismos públicos de la CAV, así como el lanzamiento de una línea de avales para microempresas, autónomos y emprendedores en colaboración con el Gobierno navarro tras haber alcanzado un importante acuerdo recientemente.
Por su parte, el director general de Oinarri, Pío Aguirre, destacó que la SGR formalizó más de 630 nuevas operaciones de avales, que beneficiaron a 326 empresas. El volumen de avales formalizados sumó algo más de 52 millones de euros, lo que permitió la creación o mantenimiento de 15.600 empleos, según los cálculos de la entidad. Para Pío Aguirre todos estos datos “son buenas noticias que confirman el cambio de ciclo”.
Urkullu pide “complicidad” Por su parte el lehendakari, Iñigo Urkullu, emplazó Oinarri a contribuir también a financiar las inversiones de la industria vasca. Urkullu demandó a la SGR “complicidad” para dotar a Euskadi de “instrumentos financieros que permitan impulsar la innovación y las inversiones estratégicas”.
En este sentido destacó el trabajo de instituciones como Oinarri porque constituyen una “herramienta eficaz para garantizar una financiación equilibrada y diversificada, sinónimo de garantía de estabilidad financiera en los próximos años”. - DNA