BILBAO - El Gobierno Vasco planteará las próxima semana tres medidas “de choque y urgentes” para rebajar tensiones en la industria del acero. Son cuestiones en las que el Estado tiene la competencia y por ello el Departamento de Desarrollo Económico “entregará en mano” a representantes del Ministerio de Industria un documento en detalla las medidas y solicita su aplicación inmediata. También trasladará un estudio sobre los costes energéticos de la siderugia y la situación del sector en Euskadi.

Los problemas que arrastra las acerías por la competencia de los productos chinos han abierto el debate en Europa sobre la necesidad de establecer medidas antidumping, pero los ritmos de la maquinaria comunitaria no se corresponden con los de las fábricas. La prueba más palpable es el cierre indefinido de la ACB de Sestao.

Mejora de la competitividad Euskadi considera que es necesario actuar ya, sin esperar a que la UE ponga freno a la llegada del acero chino o a que el mercado recupere el pulso. En esa tesitura, el Ejecutivo vasco propone rebajar los impuestos a las empresas que son grandes consumidores energéticos, reducir su factura eléctrica retocando los peajes que fija el Ministerio y hacer más atractivo el mecanismo con el que el Estado compensa económicamente a las compañías que tienen una tarifa con interrumpibilidad -se desconectan del sistema si la energía disponible en la red no cubre la demanda-. Son cuestiones “a corto y medio plazo” que incidirán en la mejora de la competitividad de las fábricas.

Tras varias semanas de zozobra y con la sensación de que España no está arrimando el hombro todo lo que debería, la consejera de Desarrollo Económico y Competividad, Arantxa Tapia, puso ayer sobre el tablero esas tras medidas concretas poco después de participar en una nueva reunión de la Mesa del Acero. En el encuentro estuvieron presentes la patronal de los exportadores siderúrgicos del Estado, el propietario de la acería de Sestao (Arcelor Mittal), el grupo Gerdau, Nervacero, Olarra y representantes sindicales.

Más allá de compartir la preocupación por la situación del sector en Euskadi, la reunión se saldó con las propuestas del Gobierno Vasco, que “pueden aplicarse de manera urgente y conyuntural hasta que se aborde una nueva reforma energética”, subrayó Tapia. Las tres medidas dejarían por tanto de tener efecto cuando el marco regulatorio se modifique y sea más favorable que el actual para las empresas. En cualquier caso el nudo principal del problema debe deshacerse en Bruselas y, precisamente el próximo lunes, el ministro de Industria, José Manuel Soria, participará en una cumbre europea de Competitividad con el trasfondo del acero.

Salvo sorpresa no habrá novedades de calado y la reunión preparatoria con las comunidades de cara a esa cita fue decepcionante por su falta de concreción. En ese contexto, la propuesta vasca se perfila como una prueba de la voluntad del Gobierno español, que continúa en funciones y sin dar grandes pasos en ninguna dirección.

Sin margen para otra cosa que mantenerse a la espera, los trabajadores de la planta de ArcelorMittal en Sestao reclamaron ayer tanto al Gobierno Vasco como al de España que adopten “de una manera rápida” medidas para asegurar el futuro de la planta antes de que sea “tarde”.

Lo hicieron antes de conocer las tres actuaciones que plantea Lakua y durante una reunión con los portavoces de los grupos políticos de Barakaldo tras la que colgaron en el balcón del ayuntamiento una pancarta con el lema ACB aurrera similar a la del Consistorio sestaoarra.