Donostia - Las asociaciones de antiguos trabajadores de Fagor Electrodomésticos y Edesa afectados por el cierre de ambas cooperativas han presentado en los juzgados de Bergara la que califican “mayor demanda acumulada de la historia de Euskadi” al reclamar a Corporación Mondragon, a la que pertenecían las firmas, un total de 47,8 millones de euros por adoptar una actitud perjudicial con los intereses económicos de estos empleados.

Según señalaron ambas asociaciones ayer en Donostia, un total de 959 afectados se han unido para presentar esta demanda, “la de mayor cuantía de este tipo en Euskadi hasta la fecha”, con la intención de que los juzgados reconozcan que Corporación Mondragon transmitió durante dos años un mensaje a los trabajadores de que no iba a dejar caer a Fagor Electrodomésticos y Edesa, por lo que las inversiones depositadas en estas firmas se encontraban seguras.

Los afectados tenían ingresados estos 47,8 millones de euros sobre todo a través de aportaciones voluntarias y préstamos mercantiles. Al conocer la difícil situación por la que atravesaban ambas cooperativas, se dirigieron a Corporación Mondragon para obtener información sobre cómo actuar.

Las plataformas denunciaron que el grupo cooperativo, “para impedir la recuperación del dinero depositado”, les comunicó que la situación económica de Fagor Electrodomésticos no era negativa y que la empresa tenía “un futuro cierto”.

Ante esta respuesta, los trabajadores afectados decidieron “mantener sus ahorros de toda la vida en la cooperativa, en lugar de rescatarlos cuando la empresa todavía mantenía un patrimonio suficiente para hacer frente a todos los acreedores”, tal y como lamentaron ayer.

Los demandantes, además, acusan a Corporación Mondragon de buscar asegurar el propio patrimonio al intentar “mantener artificialmente con vida” a ambas cooperativas para que el concurso de acreedores fuera más favorable al grupo. Con ello, denunciaron, descuidaron “los legítimos intereses” de los socios con una antigüedad media de 40 años, que “confiaban plenamente en los ideales de intercooperación y solidaridad”.

Ordaindu y Eskuratu aseguraron que han tenido varios intentos de mantener una reunión con los responsables de Corporación Mondragon para reconducir esta situación y encontrar una salida.

Ante su negativa, han optado por presentar esta demanda porque “debe responder por el perjuicio causado a familias enteras que habían dado toda su vida por el proyecto cooperativo y se han quedado sin nada”.