GASTEIZ - El empleo seguirá siendo la gran asignatura pendiente a pesar del significativo incremento de puestos de trabajo que señalan las previsiones para este año. La nota en este apartado será baja, un aprobado raspado, porque el número de ocupados se situará por debajo del nivel de 2011 en el mejor de los casos. Y si se toma como referencia las personas sin empleo, en diciembre habrá en Euskadi más parados que en 2012 y una cifra muy similar a la de 2013. La mejora será testimonial.

Si se cumplen los pronósticos del Gobierno Vasco, a finales de este ejercicio la Comunidad Autónoma Vasca tendrá 906.400 ocupados en términos de la Encuesta sobre Población en Relación a la Actividad (PRA) que elabora Eustat. Son casi 80.000 trabajadores menos que el máximo histórico que se registró en 2008 y solo 8.000 más que en 2012.

Tendrán que pasar todavía varios años para alcanzar los datos previos a la crisis, cuando se rozó el millón de cotizantes a la Seguridad Social, un horizonte que el lehendakari y otros agentes han situado en 2020. La parte positiva es que la economía vasca encadenará dos ejercicios consecutivos de mejora del empleo y se habrá conseguido por fin recortar el número de personas sin empleo medidas en términos de PRA.

Se romperá de este modo una tendencia que se ha prolongado durante siete años y que ha llevado la tasa de paro hasta el actual 14,5% desde el 3,3% de 2007. La CAV ha pasado de tener un paro estructural o percibir el desempleo como un drama para 156.000 personas, casi cinco veces más que en la época previa al inicio de las turbulencias financieras que generaron la recesión.

Otra forma de medir el impacto del ciclo económico más negativo de la historia es el desgaste del PIB. Si la economía crece un 2,3% como apunta Lakua, el valor que genera la producción de bienes y servicios de las empresas y las administraciones vascas rondará los 68.500 millones de euros.

El desgaste de la economía La riqueza medida en términos PIB de la CAV estará en es caso 1.165 millones por debajo del máximo histórico registrado en 2008 (casi 69.650 millones). Simplificando, Euskadi será este año más pobre que antes de la crisis, un 1,7% más pobre. Sin embargo, la evolución positiva del año pasado y de este, permitirá corregir notablemente el desplome de la economía.

El tejido productivo vasco tocó fondo en 2013, cuando el valor de la actividad económica marcó su mínimo. En ese momento, el PIB había retrocedido ya más de un 5% respecto al récord y la Comunidad vasca era 3.567 millones más pobre que antes de la crisis. Si en 2016 se mantienen los ritmos previstos para este año, el Producto Interior vasco superará los 70.000 millones y marcará un nuevo máximo, pero el empleo todavía se moverá previsiblemente en números de 2010.

Todo dependerá en cualquier caso de la evolución de demasiados factores. El lehendakari aseguró el pasado lunes que los próximos dos años habrá un crecimiento sostenido, pero hay incógnitas como la construcción, que tampoco crecerá este año. Los servicios seguirán liderando la economía porque la industria tardará todavía en recuperar la plena capacidad de producción.