bruselas - El crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro se aceleró durante el último trimestre de 2014 un 0,3% (0,4% en el conjunto de la UE) gracias al consumo de los hogares, las inversiones y las exportaciones, con dos países como motor de este repunte: Alemania y España. Según la segunda estimación de PIB publicada ayer por la oficina europea de estadística (Eurostat), ambas economías registraron una mejoría del 0,7% entre octubre y diciembre del año pasado, un dato solo superado por Hungría (0,9%), Suecia y Estonia (1,1%) en el conjunto de la Unión Europea e igualado por Polonia.
En términos interanuales, el cuadro de Eurostat sitúa el crecimiento en la zona euro en este último trimestre en el 0,9% y en el 1,3% en el conjunto de la UE (en España del 2% y en Alemania del 1,5%). Aunque la recuperación es de momento frágil y desigual, las últimas previsiones económicas publicadas por organismos internacionales como el FMI, la Comisión Europea o esta misma semana el BCE, con revisiones al alza en todos los casos, ponen de manifiesto el punto de inflexión que se produjo en la última parte de 2014.
Junto al dato positivo de Alemania y España, que venían de crecer un 0,1% y 0,5% respectivamente entre julio y septiembre, el de países como Letonia, Lituania y Eslovaquia, los tres con crecimientos del 0,6%, o los de Portugal, Holanda, Rumanía y Reino Unido, con repuntes algo más moderados, del 0,5%.
El dato de la Eurozona esconde, sin embargo, grandes discrepancias. Francia e Italia, la segunda y la tercera economía del euro respectivamente, no consiguen levantar el vuelo. En el caso de Francia, Eurostat sitúa crecimiento en el 0,1% entre octubre y diciembre, un jarro de agua fría tras el 0,3% del trimestre anterior, mientras que Italia, tras tres trimestres consecutivos en rojo, registró un estancamiento de la economía. Mejor en todo caso que los cuatro países que cerraron el año pasado en negativo: Finlandia, Austria, Chipre y Grecia. El país nórdico, gran defensor de las políticas de austeridad, con un retroceso del 0,2%, el mismo porcentaje que Austria, y la mitad que Grecia. La economía griega cayó el año pasado un 0,4%, el doble de lo que los expertos de Eurostat habían avanzado en su primera estimación y un dato que rompe la tendencia positiva que mantenía desde principios de año. El país que más riqueza se dejó fue Chipre con una caída del 0,7%.