BRUSELAS - Los principales agentes macroeconómicos y gobiernos europeos valoraron ayer positivamente el plan de estímulo anunciado por Mario Draghi, presidente del BCE, el jueves por la tarde, pero hubo una coincidencia general en que el programa no resuelve en sí mismo los problemas de la economía. La directora del FMI, Christine Lagarde, dijo que el plan de compra de deuda es positivo pero puntualizó que eso no basta para reactivar la economía europea, donde hacen falta “reformas estructurales de fondo”. En la misma línea, Angela Merkel, canciller alemana, señaló que “ningún banco central del mundo podrá reemplazar a la política” para reiterar que hace falta mantener el rigor presupuestario.

“No creo que sea suficiente para relanzar la actividad europea y dar apoyo al crecimiento”, señaló Lagarde en la televisión pública francesa al referirse al plan anunciado el jueves por Draghi, que incluye la compra de deuda soberana por valor de 60.000 millones al mes al menos durante el próximo año y medio. “Es un complemento muy importante, pero además hacen falta reformas estructurales de fondo que ayuden a mejorar la competitividad estructural de un cierto número de economías”, insistió la máxima dirigente del FMI.

Angela Merkel explicó que el plan de Draghi no debe usarse como justificación de los gobiernos de la zona euro para frenar las reformas económicas. “Ningún banco central del mundo podrá reemplazar a la política, los líderes políticos tienen que estar a la altura de sus responsabilidades”, aseguró Merkel en una comparecencia junto al primer ministro italiano Matteo Renzi, quien por su parte se comprometió a profundizar en las reformas iniciadas en su país.

También el ministro español de Economía, Luis de Guindos, y el presidente de Francia, François Hollande, se mostraron satisfechos por el anuncio del BCE pero recordaron la necesidad de seguir haciendo reformas.

sube la bolsa Tras el anuncio de Draghi, el Ibex 35 cerró ayer la semana con una revalorización del 5,40%, la mayor desde septiembre de 2012, animada por las expectativas creadas por el BCE. - DNA