Bilbao - Relevo en la presidencia de Kutxabank. Gregorio Villalabeitia se convertirá hoy en el presidente del banco creado por las antiguas cajas de ahorros vascas en sustitución de Mario Fernández. Según explicaron tanto el banco como BBK, la mayor accionista, fue el propio Fernández el que antes del verano anunció que daría por finalizado su ciclo en la entidad tras culminar los test de estrés. BBK, Vital y Kutxa, las accionistas, han contado con tiempo y sosiego para trabajar en un relevo que ayer se hizo público. En la búsqueda del nuevo gestor primó el perfil bancario, según fuentes consultadas por este diario. Querían una persona que empujase el negocio bancario y esa es Gregorio Villalabeitia.
Curtido en varias entidades financieras, el nuevo presidente responde a la perfección al trazo buscado. Es un técnico que conoce completamente el sector. Él dirigirá el rumbo en la nueva era de Kutxabank, enfocada especialmente hacia el negocio puramente bancario. El elegido ha ostentado cargos de relevancia en entidades como el Banco de Vizcaya, la Caja de Ahorros Vizcaína, el Banco Cooperativo Español, Argentaria o BBVA, desarrollando diferentes áreas como inversiones, seguros, banca mayorista o participaciones. Área esta última fundamental para Kutxabank. El futuro máximo responsable cuenta con una dilatada experiencia y un prestigio reconocido en el sector.
Su currículum y experiencia han pesado en su elección. Mario Fernández, abogado, experto jurídico, fue el encargado de afrontar la fusión de las cajas. Su perfil técnico era el idóneo entonces. Ahora, con la transformación del sector ya cerca de culminarse, las accionistas, las fundaciones bancarias, entienden que esta nueva etapa requiere estimular la parte práctica del negocio, el core business. Villalabeitia llega para ese cometido.
Mario Fernández anunció ayer formalmente al consejo de administración ordinario su dimisión y poco después se hizo pública. Antes, las fundaciones bancarias vascas, propietarias del banco, los gobiernos español y vasco, el Banco de España y diversos agentes sociales ya fueron debidamente informadas. Se intentó trasladar a los mercados y al regulador la sensación de mayor normalidad posible. Era un proceso previsto internamente desde hace meses pero que supuso una sorpresa para la opinión pública. A la misma hora que el banco reunía a sus consejeros el patronato de BBK celebraba otro encuentro. En él, los quince miembros, elegidos por sensibilidades políticas diferentes, apoyaron por unanimidad la propuesta de Villalabeitia como nuevo consejero en nombre de la fundación bancaria en Kutxabank.
Es parte del proceso. Hoy habrá junta de accionistas en el banco. Los representantes de BBK, Vital y Kutxa valorarán la propuesta de BBK de nombrar a Gregorio Villalabeitia consejero. Tras su designación se reunirá el consejo de administración del banco, ya con el nuevo miembro. Designarán al nuevo presidente, con un único aspirante: Villalabeitia. Será proclamado sin lugar a dudas. De hecho, ya tiene convocada su primera comparecencia pública ante los medios para cuando concluya la reunión del consejo.
Desavenencias de criterio Mario Fernández decidió dimitir antes del verano, cuando así se lo anunció, entre otros, al presidente de BBK, principal accionista del banco. Su decisión fue ejecutar el relevo tras los test de estrés, según informaron ayer desde el banco.
Fernández entiende que ha cubierto una etapa, culminada tras la transformación de las cajas en fundaciones y con el aval de los test de estrés, que reflejan que Kutxabank es la entidad más solvente del Estado. Se va, según fuentes consultadas, entendiendo que ha concluido la tarea que se le encomendó cuando asumió la presidencia la BBK. En su decisión por tanto no habrían pesado las desavenencias que en las últimas semanas ha podido tener con las accionistas del banco, las antiguas cajas de ahorros, ya que la decisión estaba tomada antes. Tampoco ha sido determinante su edad, 71 años. Es un ciclo que el dirigente ha dado por finalizado.
El hasta ahora máximo responsable del banco de las cajas ha destacado, además de por su eficiente gestión, por no tener pelos en la lengua. Preguntado sobre el futuro de Kutxabank y las cajas, el dirigente dibujó a primeros de año un escenario que él ve como factible en el que las antiguas cajas solo sean propietarias del 30% de las acciones del banco en cinco años. Esa afirmación chocó con el criterio de las cajas, partidarias de mantener la propiedad, pero el propio Fernández esgrimió que la decisión sobre la posesión del banco compete a sus dueños: Vital, Kutxa y BBK, lo que no impidió que algunos partidos argumentaran ayer que esas desavenencias estarían en el origen de su salida.
Mario Fernández cede paso tras la formalización de las fundaciones bancarias, ante una nueva etapa en la que la recuperación del negocio financiero en un mercado muy complicado y saturado será el principal objetivo.