gasteiz - La depresión de la economía ha calado hondo en la sociedad vasca. El alto nivel de desempleo preocupa y la mayoría dice sentirse afectado de alguna forma por la crisis. Pero la percepción, aunque similar, tiene matices entre hombres y mujeres. Ellas se sienten más afectadas, más vulnerables.

Un estudio del Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno Vasco, con datos recogidos en 2013, así lo refleja. Ellas creen con mayor frecuencia que los hombres que podrían perder su trabajo a corto plazo. También estiman que tendrán más dificultades para encontrar un empleo. Según el informe, las mujeres jóvenes paradas son más optimistas, un tercio cree que encontrará trabajo frente al 28% de los hombres jóvenes parados. Pero a medida que aumenta la edad la esperanza se invierte y a partir de los 46 años solo un 14% de mujeres cree probable encontrar trabajo frente a un cuarto de los hombres encuestados que así lo creen.

Las mujeres de la CAV consideran que la crisis económica les ha afectado más que a los hombres, idea que se agudiza entre las que están en paro, las que solo tienen estudios primarios o carecen de ellos y en las alavesas, frente a vizcainas y guipuzcoanas.

Es tal la percepción negativa que aproximadamente la mitad de las mujeres encuestadas afirma que su situación actual no le permite hacer planes de futuro y que vive día a día.

Sobre el empleo, casi la totalidad de las encuestadas en paro, el 92% y el 81% de las mujeres con trabajo remunerado opinan que la situación del empleo es bastante mala o muy mala. Los hombres en esa misma tesitura en cambio son algo más optimistas.

También las féminas se muestran más preocupadas por el futuro. A un 46% frente a un 42% de hombres le preocupa que el fuerte aumento del número de personas jubiladas dificulte el mantenimiento de las pensiones públicas en un futuro.

Tsunami Pero la depresión es inclemente con la mayoría, sean hombres o mujeres. Seis de cada diez vascos valoran que la crisis ha modificado sus costumbres cotidianas, con el fin de reducir gastos. Un maremoto que algunos indicadores apuntan a que podría haber pasado ya, aunque la resaca sigue provocando daños crueles a las familias, sobre todo a las que ven que su fuente de ingresos habitual se agota o recorta. Uno de los efectos más notable es que más de un tercio de la población vasca afirma que tiene problemas para llegar a fin de mes: lo apuntan un 35% mujeres y un 33% hombres.

Casi un tercio de los encuestados ha visto caer su poder adquisitivo en un año, aunque por motivos diferentes, según el sexo. La razón principal para algo más de un tercio de las mujeres es el incremento de los precios, mientras que para ellos, para un 31%, la disminución se debe en mayor medida a la pérdida de empleo.

Además los vascos se muestran pesimistas con respecto a la situación económica. Un tercio de los encuestados estima que esta crisis no es algo pasajero y que estamos viviendo un cambio más profundo en nuestra forma de vida. El efecto es que algo más de la mitad opina que la juventud es el colectivo más afectado, según el informe.

Algo más de un tercio de encuestados, el 69% de las mujeres y el 68% de los hombres, coinciden en afirmar que debido a la crisis se sienten más cerca del resto de ciudadanos. En porcentajes similares consideran que el Gobierno Vasco tiene suficiente fuerza para defender la economía vasca.

Por otro lado, el informe refleja que dos de cada cinco hombres han trabajado de forma remunerada durante más de veinte años mientras que entre las féminas el porcentaje cae hasta una de cada cinco. El resto de las mujeres que han trabajo de forma remunerada, un 50%, lo ha hecho por un periodo menor a quince años frente a un 38% de los hombres. El porcentaje de mujeres que no han tenido nunca un trabajo remunerado es diez puntos mayor que el de los hombres, de un 21% frente a un 11% entre los varones. Las diferencias se agudizan sobre todo entre la población de más edad.