gasteiz - Podría decirse que el sector industrial alavés afronta una situación de impasse. Ayer fueron los datos de la Encuesta de Coyuntura Industrial de la Cámara de Comercio de Álava los que vinieron a constatar el escenario económico que dibujan también otras fuentes, el de un crecimiento de la economía lento, insuficiente para una creación de empleo lo suficientemente vigorosa como para contrarrestar las duras cifras del paro, pero sostenido. Así, las empresas industriales alavesas moderan sus previsiones para el último trimestre del año, manteniéndose en esas perspectivas sostenidas en cuanto a producción, cartera de pedidos, ventas y ocupación.

Esta situación queda de manifiesto en la evolución del Indicador de Confianza Industrial, que se sitúa en este trimestre en niveles paralelos a los del tercer trimestre del año pasado, cayendo apenas cuatro décimas pero dibujando una gráfica a la baja a lo largo de 2014. Entre julio y septiembre, la capacidad productiva industrial en el territorio sufrió un freno -imputable en buena medida al periodo estival- algo superior al registrado en el mismo trimestre de 2013, aunque los niveles de capacidad productiva han mejorado ligeramente respecto al año pasado.

La cartera de pedidos también ha mejorado, de manera que las empresas que declaran ver su demanda a la baja ha pasado en un trimestre del 46% al 39%, cuando hace un año era del 61%. La demanda interior aparece como el principal lastre en este momento para la industria del territorio -un 40% de las firmas apunta a este motivo como la principal causa que le ha impedido aumentar su capacidad productiva utilizada-; en cambio, el saldo neto de la cartera exterior de pedidos ha sido positivo, de un 10%, ligeramente mejor que hace un año.

En cuanto a las ventas, el saldo neto también resultó negativo en el tercer trimestre. Si bien esta evolución suele ser habitual en los meses de verano, es cierto también que el dato empeora ligeramente el del mismo periodo del año anterior. - DNA