El nuevo mapa de ayudas regionales a la inversión en el Estado español tiene vía libre de Bruselas. Euskadi, según anunció ayer el Ejecutivo comunitario, podrá seguir subvencionando proyectos de inversión regional realizados por grandes empresas, aunque con una intensidad máxima del 10% y limitados a alguna de sus comarcas más afectadas por altas tasas de desempleo.
El nuevo esquema, de especial importancia bajo una coyuntura de crisis como la actual y polo de atracción de nuevos proyectos empresariales, entrará en vigor el próximo 1 de julio de 2014 y estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2020.
Ese horizonte es precisamente la frontera que marca, según el lehendakari Iñigo Urkullu, la recuperación del mercado laboral de la CAV y también está marcado en el calendario por la estrategia europea Horizon 2020, que contempla inversiones por valor de 80.000 billones de euros en todo el continente.
El mapa de ayudas regionales tiene, en lo concerniente a Euskadi, una intensidad ligeramente inferior a la que ha estado vigente en el período 2007-2013 -prorrogado hasta el 30 de junio de este año- y de menor amplitud. De hecho, en los últimos siete años, Bruselas había permitido financiar hasta el 15% de los costes de inversión en proyectos desarrollados en media docena de municipios de la margen izquierda como son Muskiz, Trapagaran, Ortuella, Sestao, Abanto Zierbana y Zierbena.
menos focos de inversión Además de esta zona permanente, también se había permitido conceder ayudas de hasta el 10% a proyectos desarrollados en el conjunto de la Comunidad Autónoma Vasca, salvo en los citados seis municipios y en las tres capitales vascas, aunque limitadas a los dos primeros ejercicios, a los años 2007 y 2008. Una posibilidad que definitivamente desaparece en el esquema actual.
El nuevo mapa se basa en las directrices aprobadas el año pasado por la Comisión Europea, en las que se fijan las condiciones en las que cada Estado miembro puede conceder ayudas públicas a las compañías que quieran desarrollar proyectos de inversión en una determinada zona, con vistas a impulsar el crecimiento, el mercado único y la cohesión social.
Unas reglas, que buscan ganar en efectividad, y que dan prioridad a las regiones más desfavorecidas que serán las que más ayudas podrán conceder para atraer inversores. Es decir, las regiones más pobres del Estado, aquellas que tienen una renta per cápita inferior al 75% de la media comunitaria o que gozan de un estatus especial por ser ultraperifericas. Este es el caso de las Islas Canarias, cuyo Gobierno autonómico podrá conceder subsidios a proyectos de inversión realizados por grandes empresas con una intensidad máxima del 35% de los costes de inversión totales, un umbral ligeramente más elevado que el que podrá aplicar Extremadura, del 25%.
Mientras tanto, Galicia, Castilla-La Mancha y Andalucía, cuyo Producto Interior Bruto superará durante este marco presupuestario 2014-2020 el umbral del 75%, podrán beneficiarse de un período transitorio. Esto significa que podrán mantener una intensidad de ayudas del 15% hasta finales de 2017, aunque se rebajará hasta el 10% a partir de ese ejercicio.
El resto de comunidades autónomas -Asturias, Cantabria, Castilla y León (excepto Soria), Comunidad valenciana (excepto Valencia capital), Murcia, Ibiza y Formentera, Menorca, y Ceuta y Melilla- solo podrán aplicar una ayuda de hasta el umbral del 10%.
La misma a la que tendrán derecho algunas comarcas de la Comunidad Autónoma Vasca, Nafarroa, La Rioja, Madrid, Mallorca, Catalunya, Zaragoza (excepto Zaragoza capital) y Huesca debido a la elevada tasa de desempleo que registran, uno de los criterios a la hora de definir la población cubierta.
Este umbral será aplicable de forma generalizada en el caso de las grandes empresas y al igual que en el período anterior podrá "incrementarse en 10 puntos porcentuales para las empresas medianas y en 20 puntos para las pequeñas", según detalla la Comisión Europea en su comunicado.
En todo caso, según admite el Ejecutivo comunitario, la intensidad máxima de ayuda se verá reducida respecto a mapas anteriores en hasta cinco puntos mientras que la cobertura de la población aumentará al pasar del 59,6% al 68,66%. A juicio de la Comisión Europea el mapa no solo apoya la política de cohesión sino que fomenta "ayudas bien concebidas" para estimular el crecimiento económico.
Baja el umbral máximo. La Comisión Europea permitía hasta ahora la financiación en la CAV de grandes proyectos en zonas desfavorecidas hasta un máximo del 15%. El umbral baja a partir del próximo 31 de julio hasta el 10%.
Salen las zonas 'más sanas'. Las inversiones desarrolladas en el conjunto de la CAV -excepto las tres capitales- tenían margen para alcanzar el 10% en el anterior mapa. Esa posibilidad desaparece definitivamente.
Competencia. Bruselas fija un límite de ayudas regionales para evitar distorsiones en la competencia por el apoyo público que puedan recibir las empresas.