Nadie se esperaba una nueva bajada de tipos de interés tan pronto pero el Banco Central Europeo (BCE), vista la renqueante recuperación económica en la Eurozona, la elevada tasa de paro y, sobre todo, una inflación a la baja y en niveles que empiezan a ser preocupantes, decidió ayer dar un nuevo balón de oxígeno a la zona euro y situar el precio del dinero en el nivel más bajo de la historia del euro, el 0,25%, un cuarto de punto menos que el fijado en la reunión de mayo pasado. Además, al igual que hizo entonces, el BCE también anunció una extensión de la barra libre de la liquidez a la banca. Se mantendrá, dada la debilidad del crédito, hasta julio de 2015.
Dos medidas con las que el organismo monetario europeo espera estimular la economía europea y contener un euro cuya fortaleza perjudica a las exportaciones europeas y a su competitividad. La posibilidad de recortar todavía más el precio del dinero estaba desde hace tiempo sobre la mesa, pero la mayoría de los analistas esperaban la decisión más bien para diciembre, cuando el Banco Central Europeo presentará su nuevo cuadro macroeconómico y sus nuevos pronósticos sobre inflación.
También algunos miembros del consejo de gobierno, según admitió Draghi, eran partidarios de esperar hasta entonces pero "una mayoría", precisó, entendió que ahora era el momento de "actuar".
Según el banquero italiano, la decisión no debería haber sorprendido a nadie porque en la rueda de prensa celebrada tras el consejo de gobierno de octubre ya anunció que habría nueva rebaja de tipos si los datos cambiaban significativamente.
Detrás del nuevo precio del dinero, que se mantendrá un periodo de tiempo que "no será breve" en "los niveles actuales o menores", se encuentra, dijo, un preocupante dato de inflación, que cayó en el mes de septiembre al 0,7% desde el 1,1% anterior, y que se sitúa muy lejos del 2% que fija como objetivo el Banco Central Europeo. Draghi auguró ayer que la inflación continuará baja "durante un prolongado período de tiempo" pero advirtió que no hay riesgo de deflación. "Si por deflación se entiende una caída de precios en una amplia categoría de productos y en un numero significativo de países, no lo vemos", advirtió añadiendo que solo hay un país con una caída de precios más pronunciada.
Draghi incluso replicó a un periodista japonés que le preguntó por la posibilidad de que la Eurozona siga la senda de Japón en los 90. "Los aspectos básicos de esta zona son los más firmes del mundo. Nuestro déficit público agregado tiene un pequeño superávit del 0,7% con respecto a Japón o Estados Unidos, que tienen déficit de más del 6%. Esta zona es de las más equilibradas del mundo lo que nos da las bases sobre la cual podemos llevar a cabo la recuperación", advirtió reiterando la necesidad de continuar con las reformas estructurales.
Más dinero para la banca Más allá de los tipos de interés, el BCE volvió a sacar la artillería en apoyo a la banca y anunció que extenderá hasta julio de 2015 la barra libre de la liquidez lo que garantizará hasta entonces financiación barata a los bancos de la Eurozona a tasas fijas y en operaciones a tres meses.
El máximo responsable del BCE recordó también que se guardan otras balas en la recámara y que si es necesario seguirán adoptando medidas. Y es que algunos problemas persisten. Además de la debilidad de la economía, Draghi admitió que la fragmentación persiste aunque está un poco mejor. "Es esencial reducir aún más la fragmentación de los mercados crediticios de la zona euro y reforzar la resistencia de los bancos", indicó