parís. El Gobierno francés aprobó ayer el proyecto de ley que reforma el sistema de pensiones galo y que elevará desde 41,5 a 43 los años de cotización necesarios para la pensión completa, aunque mantiene en 62 años la edad mínima para cobrarla "Este proyecto tiene como objetivo garantizar el equilibrio de nuestro sistema de pensiones en el tiempo y hacerlo más justo", aseguraba el Gobierno galo, que subrayó que "la reforma beneficiará a todos los franceses y repartirá el esfuerzo entre todos ellos".
El Ejecutivo de Hollande explicaba que, para salvaguardar el sistema, el texto propone medidas inmediatas de aquí a 2020, que se repartirán entre trabajadores, empresas y pensionistas. Así, entre 2014 y 2017 se incrementarán de forma mesurada y gradual las cotizaciones de empleados y empresarios. Asimismo, para garantizar el sistema a largo plazo se aumentará entre 2020 y 2035 de 41,5 a 43 el número de años para recibir la pensión completa. Este cambio se hará de forma gradual, un trimestre cada tres años, en línea con el aumento de la esperanza de vida.
El Gobierno subrayaba que, "a diferencia de lo que ocurriría elevando la edad de jubilación mínima para cobrar un pensión completa, esta reforma evita cargar todo el esfuerzo sobre aquellos franceses que comienzan pronto a trabajar. Además, al retrasarla a 2020, no afectará a los proyectos de vida de los que están a punto de jubilarse".
Por otro lado, el proyecto de ley pretende crear un sistema de pensiones "más justo incluyendo avances sociales importantes. El sistema de pensiones no está diseñado para corregir las desigualdades, pero debe evitar amplificarlas e intentar corregir las más importantes", agregaba.
En concreto, el texto reconoce los "trabajos penosos", ya que algunas condiciones laborales reducen la esperanza de vida, hecho que el sistema de pensiones "no puede ignorar". "Actualmente, la esperanza de vida de un ejecutivo de 35 años es seis años superior a la de un obrero de la misma edad", remarcaba. En esta línea, la ley también mejorará la pensión de las mujeres, que es un 30% inferior a la de los hombres, y tendrá en cuenta la situación de los jóvenes a la hora de acceder a la vida laboral para el cálculo de su pensión.
Finalmente, la reforma busca "simplificar la accesibilidad de los ciudadanos al sistema de pensiones y mejorar la gobernanza del mismo, así como su gestión en el largo plazo, con el fin de alcanzar su objetivos de estabilidad financiera y equidad".