madrid. España podría recuperar este año el tercer puesto en el ranking de los principales destinos turísticos del mundo, del que fue relevado en 2010 por China, según señaló el secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Taleb Rifai.

España y China finalizaron el pasado ejercicio prácticamente a la par, en torno a los 57,7 millones de turistas internacionales, aunque con una ligera ventaja del país asiático que le permitió mantener la tercera posición en el mundo, por tercer año consecutivo.

Dada la evolución desigual que muestran los dos destinos en el presente ejercicio (al alza España y a la baja, China), "es muy posible que recupere el tercer puesto del ranking mundial por llegadas de turistas internacionales" y se coloque de nuevo tan solo por detrás de Francia y los Estados Unidos, augura el secretario general de la OMT.

España llegó a ser incluso el segundo país más visitado entre 2001 y 2007, cuando desplazó a EEUU tras el desplome de la demanda turística por los atentados terroristas del 11-S, del que tardó varios años en recuperarse.

Por otro lado, el máximo responsable de la OMT espera que España "mantenga su segunda posición en ingresos por turismo, al contar con un gasto turístico mucho más elevado que otros destinos" que son competidores directos, como Francia, que encabeza las llegadas internacionales.

Hasta julio España ha recibido un 3,9% más de turistas, marcando un nuevo máximo histórico con 34 millones de visitas, mientras que China cae casi en la misma proporción, con un 4,1% de llegadas internacionales menos hasta mayo, tendencia negativa que se inició en el tercer trimestre del 2012.

El descenso en las llegadas internacionales a China se explica por la aún persistente debilidad del consumo en Europa y EEUU, de donde proviene gran parte de sus visitantes, al tiempo que el gigante asiático destaca este año por su fuerte crecimiento como mercado emisor, explica Rifai.

el mercado asiático La demanda de viajes de ciudadanos chinos se ha visto impulsada, al igual que en otros grandes mercados emergentes como Rusia, Brasil o India, por "una relativamente mejor situación de su economía y el crecimiento de la clase media", lo que también ha contribuido a los buenos resultados del turismo mundial, así como a los registrados en el viejo continente, que superan las previsiones iniciales de la organización.

Asimismo, Europa ha mejorado en los últimos años su oferta turística, aumentando aún más su atractivo, mientras que el efecto de desvío de turistas por la inestabilidad política en Egipto no ha sido, a juicio de Rifai, un factor determinante para los resultados de los principales destinos mediterráneos en verano, tal y como ocurrió en 2011, tras la Primavera Árabe.

El secretario general de la OMT ha explicado que la temporada alta de Egipto no coincide con el verano, sino con el período entre octubre y enero, por lo que habrá que esperar a cómo se desarrolle la situación en los próximos meses para evaluar su impacto conflicto en otros destinos.

A pesar de su actual inestabilidad, Rifai confía en la capacidad de recuperación del país árabe, mostrada tras el desplome de su turismo en 2011, del que un año más tarde casi no quedaban secuelas, para que siga siendo un destino internacional importante.

La OMT tendrá la ocasión de analizar la situación de Egipto y otros países como Siria, Líbano o Túnez, cuyo turismo también se ha visto afectado por conflictos políticos, en su vigésima asamblea general, que se celebra la semana próxima en Zimbabue y Zambia.