La primera pregunta es de aduana: ¿visita de placer o de negocios?
De negocios, de negocios.
¿Por algún interés especial?
Tenemos tres actividades en el País Vasco. Somos socios de Bergé, cuya casa matriz está en Bilbao, y con quien tenemos una sociedad en América con la que somos líderes en automoción en Chile, Perú, Argentina y Colombia. Después tenemos una sociedad con Sabo (Santa Ana de Bolueta) y operamos en Chile. Y además, una de las filiales de nuestra empresa Magotteaux está en Navarra y fabrica componentes para la industria del cemento. Hemos estado aquí intercambiando ideas con nuestros socios y explorando nuevas oportunidades en Latinoamérica.
¿Hay algo en agenda para Euskadi?
Ha sido una reflexión genérica, no centrada en la empresa vasca.
Hace un par de años se marcaron como objetivo duplicar su tamaño en 2017, ¿se cumplen los plazos?
Esperamos cumplirlos. En los últimos dos años ya lo hemos duplicado. En 2012 duplicamos los resultados de 2009 y 2010 y esperamos volver a duplicarlos en 2017.
¿Y cómo se consigue eso en plena crisis para el resto del mundo?
Afortunadamente en Latinoamérica se ha podido sortear bien la crisis. Son países que han mantenido el crecimiento económico a un ritmo sostenido y con un desempleo bajo. Además estos países tienen una economía abierta, son globales. Por tanto, cuando hay regiones que tienen problemas, pueden desviarse productos a otras regiones que no los tienen. Y eso ha permitido y facilitado hacer frente a la crisis.
¿Están condenadas las empresas de la Europa del sur a abrir sus capitales a empresas extranjeras por la globalización y la crisis?
Yo diría que eso es algo positivo. La globalización es una oportunidad. Cuando uno está en un mercado reducido y en una economía, digamos, protegida, las crisis afectan seriamente, sobre todo a la industria y en el plano del empleo.
¿Ve más oportunidad que riesgo?
Sí.
A ciertos niveles, principalmente sindicales y entre los propios trabajadores se intuye un riesgo de deslocalización, de pérdida de empleo.
Eso nos pasó a nosotros en los años ochenta y es hasta normal que la gente piense de esta forma. Pero si uno soporta el chaparrón, los beneficios que se obtienen en el medio plazo son enormes. Eso ha sido posible en todas las economías que han sido persistentes en este mercado abierto, algo que en definitiva beneficia a toda la población.
¿Y en qué sectores ha crecido Sigdo Koppers durante la crisis?
Fundamentalmente nuestro business se centra en la minería industrial, un sector que no ha sufrido en general tanto durante la crisis.
¿Ven oportunidades en Euskadi?
Estamos desarrollando con empresas vascas productos para la minería industrial. Y estamos haciendo inversiones junto con ellos y esperamos seguir haciéndolo.
¿Compraría hoy una empresa aquí?
Habría que analizarlo. Los mercados, que son muy rigurosos, valoran que, si tienes un core business basado en la industria, lo sigas. Y si hay una fábrica de chocolate que es muy buen negocio habría que dejarla pasar, porque no es muy lógico, no coincide con nuestro business.
¿Y si encaja con su perfil?
Habría que analizarlo.
¿Y hay algo sobre la mesa?
Bueno, nada avanzado, y permítame que sea discreto porque los supervisores bursátiles solo permiten hablar de cuestiones maduras para no crear distorsión en el valor de la acción.
Usted tiene una visión global de la economía, porque tiene negocios en numerosos países, ¿cuándo se dejará atrás la crisis?
Ojalá lo supiera. Ahora, yo soy bastante optimista, porque Estados Unidos empuja muy fuerte. Ya ordenó sus cosas y está saliendo muy fuerte y esto va a ayudar al resto de la economía en 2014.
¿En 2014, no a finales de este año como defienden algunos?
Este año todos los estudios que uno analiza apuntan a que será similar a 2012, es bastante más realista hablar de 2014.
Ha tenido contactos con empresarios vascos, ¿percibe un mayor dinamismo en la economía de aquí que en la de otros lugares?, ¿más optimismo de cara al futuro?
El vasco por naturaleza es un hombre de mucho esfuerzo, es persistente, tenaz. Tengo la impresión de que se está sorteando bien la crisis a pesar de las dificultades que hay. La economía vasca y sus empresas no pueden estar ajenas a lo que está pasando en España, pero yo creo que la economía vasca está mejor porque ya había dado pasos para expandir su mercado. Lo que no se puede ya es vender el 100% en un mercado, hay que diversificar.
El presidente de Sigdo Koppers no descarta entrar en el capital de empresas vascas que encajen con su perfil industrial. Foto: david de haro
"La economía vasca está mejor que la española porque ya había dado pasos para expandir mercado"
"Es más realista
pensar que la crisis acabará en 2014 que a finales de este año"