BILBAO. En un artículo de opinión publicado en la web del sindicato, Muñoz ha sostenido que "no hay otra vía que la movilización" para que los gobiernos sientan "la presión social que les obligue a hacer otras políticas".
"Si les dejamos, destruirán todo lo social, están midiendo nuestra capacidad de resistencia", ha añadido.
El dirigente del sindicato mayoritario en Euskadi ha sostenido que mientras los gobiernos le den "todo" lo que piden a los empresarios y la banca, es necesario "contestar" a una patronal "reaccionaria" como la CEOE y Confebask con "organización sindical y lucha".
En su opinión, la situación es "excepcionalmente grave" por los sucesivos recortes, las reformas laboral y de las pensiones y una fiscalidad que favorece a las rentas más altas y del capital.
Desde 2009, ELA y otros sindicatos nacionalistas han convocado cinco huelgas generales en el País Vasco y Navarra, a las que hay que sumar otras dos organizadas por CCOO y UGT, que no fueron secundadas por las centrales nacionalistas.
De concretarse una nueva convocatoria, sería la octava huelga general en Euskadi desde que comenzó la crisis.
Muñoz ha criticado duramente el proyecto de presupuestos del Gobierno Vasco, "los más duros de la historia" con una "barbaridad" de ajuste del gasto de 1.150 millones (el 1,7 % del PIB vasco según ELA), y ha asegurado que sólo aportarán "más recesión, más paro, más pobreza y aumento de las desigualdades".
Además, ha apuntado que es "irrelevante" que ese proyecto presupuestario sea rechazado en el Parlamento vasco (por ahora el PNV no cuenta con apoyos para su aprobación) porque el Gobierno de Iñigo Urkullu aplicará igualmente los recortes que contiene.
Txiki Muñoz ha censurado que los partidos vascos no tengan "voluntad de confrontar democráticamente con Madrid, ni para salvar lo social ni para el autogobierno", y acaten el "neocentralismo y neoliberalismo" del Gobierno de Mariano Rajoy.
También ha censurado la fiscalidad del País Vasco y Navarra, que ha calificado de imitadora de los paraísos fiscales, y ha rechazado las "reformas superficiales" realizadas los últimos años en este ámbito.
Ha exigido que la fiscalidad, que considera "secuestrada por una elite que controla los partidos", esté en el centro de las reivindicaciones y ha manifestado que con una presión fiscal igual a la media en Europa, aumentarían los ingresos públicos, según sus cálculos, en 4.400 millones en el País Vasco y en 2.070 en Navarra.
El secretario general de ELA ha aducido también como motivos para la huelga general la corrupción política y la defensa de los salarios, que han sufrido en los últimos años un "ajuste brutal" para favorecer la "acumulación de capital".