Vitoria. Economía de guerra en Caja Vital. O, por lo menos, maquillaje financiero. El reajuste impuesto al sistema español por parte de Europa también ha llegado a Álava, donde su principal entidad ha tenido que meterse en cintura. Su presidente cobrará a partir del año que viene menos de la mitad de lo que venía recibiendo hasta la fecha y el vicepresidente dejará de tener un sueldo. En virtud del acuerdo alcanzado ayer en la comisión de Retribuciones -pendiente de ser refrendado en la Asamblea de hoy-, el número dos de la Caja y el resto de consejeros sólo cobrarán dietas por su asistencia a consejos o pertenencia a diferentes comisiones. Estas son, a grandes rasgos, las consecuencias del tijeretazo impuesto a las cajas y bancos españoles con independencia de su gestión empresarial. En el escenario alavés, el protagonista más damnificado será el actual presidente de la entidad, Fernando Aránguiz (PP), que dejará de ingresar los 183.1944,55 euros anuales de su antecesor, el socialista Carlos Zapatero, para recibir a partir del año que viene algo menos de la mitad (unos 75.000 euros, equivalentes a un sueldo mensual cercano a los 6.200 euros). Desde su nombramiento como sexto presidente de la entidad alavesa el pasado 22 de noviembre y hasta el próximo 31 de diciembre, Aránguiz cobrará con carácter retroactivo la parte correspondiente.

En el camino hacia el ahorro impuesto por la crisis y las nuevas normas del tablero financiero este hachazo supone sin duda un gesto extraordinario. El otro será la desaparición del sueldo que hasta las últimas elecciones de noviembre venía recibiendo el vicepresidente de la Caja en forma de onerosas dietas. Por este concepto, por ejemplo, el jeltzale Iñaki Gerenabarrena, entonces presidente del ABB, recibió 121.000 euros en 2011 en calidad de número dos y responsable al mismo tiempo de la Obra Social.

Retención del 35% Con la postura adoptada ayer, casos como el de Gerenabarrena tienden a desaparecer a partir de ahora o, cuando menos, a resultar menos escandalosos dentro de un contexto de extraordinaria recesión económica, política y social. Por de pronto, las dietas también sufrirán en 2013 un recorte sustancial en función de su naturaleza. Así, las correspondientes por asistencia a un consejo de administración, que según el informe de la comisión de Retribuciones de 2011 ascendían a 439 euros, serán recortadas un 20%, mientras que las equivalentes por asistir a una asamblea general -182 euros-, caerán un 10%. Esta horquilla de recortes, la mayor respecto a la que llevarán a cabo en las entidades hermanas de BBK y Kutxa, también afectará a las dietas correspondientes a la comisión ejecutiva, la comisión de control u otras comisiones delegadas. Cada una de estas dietas vendrá acompañada además de una retención del 35%. Un cálculo somero de la participación anual de un consejero en la Caja -póngase que acude a seis consejos, a cuatro asambleas generales y alguna extraordinaria y que forma parte de la comisión Ejecutiva- reflejaría una remuneración en 2013 de en torno a los 5.000 euros, cifra muy lejana de las que, por ejemplo, recibieron en 2011 por este mismo concepto el exalcalde Patxi Lazcoz (17.447 euros), el vicepresidente primero de SEA, Juan Antonio Sánchez Corchero, (24.653 euros) o Ana Agirre, exconsejera de Industria, (22.568 euros).