Vitoria. La patronal alavesa SEA se enfundó ayer de nuevo el buzo y bajó al barro para defender los intereses de las empresas y empresarios de Álava cargando con dureza contra quienes en estos momentos de compleja coyuntura económica amenazan con huelgas y convulsiones generales de no aceptarse sus condiciones. En el marco de una jornada empresarial titulada Balance de 100 cambios y 10 añadidos de las Reformas Laborales, a la que asistió un centenar largo de asistentes, el presidente de SEA, Pascal Gómez lanzó un mensaje a quienes están respondiendo a la Reforma Laboral "calentando el otoño" porque lo único que nos van a asegurar, añadió," es un invierno muy frío". Repasó Gómez los últimos datos de coyuntura empresarial -incluidos los del último barómetro industria de SEA- e insistió en las recetas que, a juicio de la patronal, es necesario asumir por parte de todos los agentes: flexibilidad, contención de los costes que no dependan del resultado, movilidad funcional de los trabajadores y mejora de la productividad/competitividad.

dos Conquistas capitales Siendo consciente de que con las reformas puestas en marcha hasta la fecha el mercado de trabajo no va a dar un repentino giro de 180º, los empresarios sí reconocen haber conquistado dos elementos capitales para lograr, o al menos tratar de hacerlo, la supervivencia de sus empresas. Logros en forma de una mayor flexibilidad de las condiciones de trabajo y la posibilidad de llevar a cabo ajustes parciales de las plantillas para salvaguardar el empleo del resto. Gracias a medidas de este tipo, justificó el presidente, el 67% de las empresas alavesas está respondiendo a la crisis manteniendo el empleo y el esfuerzo inversor. "Así que esa apuesta no se merece amenazas de huelgas y convulsiones laborales", insistió la patronal.

Enfangada desde hace meses la negociación colectiva con las centrales sindicales -sólo el 25% de los trabajadores cuenta con convenio en vigor-, SEA les acusó ayer de adoptar una actitud temeraria y provocar un "flaco favor" tanto a quienes dicen defender como a la sociedad en general, porque "nos están condenando a un marco obsoleto y del pasado" con 25.000 personas desempleadas.