Buenos Aires. El Gobierno argentino rechazó ayer la valoración de YPF realizada por el grupo español Repsol (18.300 millones de dólares, es decir, cerca de 14.000 millones de euros), y adelantó su intención de "revisar" el valor de la petrolera expropiada por cuya parte (57,43%) la firma española reclama un mínimo de 8.000 millones de euros (10.000 millones de dólares). Los interventores de YPF, el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof, protagonizaron ayer un tenso debate con dirigentes de la oposición críticos con la política energética del Gobierno durante su comparecencia en el Senado para debatir el contenido del proyecto de expropiación del 51% de las acciones de Repsol en YPF. Kicillof, a quien fuentes empresariales atribuyen un especial protagonismo en el diseño de la expropiación, acaparó la atención de la jornada al anunciar una "revisión" del valor de la petrolera y rechazar los 10.000 millones de dólares que reclamó el presidente de Repsol, Antonio Brufau, en compensación por las acciones que le serán expropiadas al grupo. "El señor Brufau dice que vale 10.000 millones de dólares, vamos a ver cuánto vale", afirmó el viceministro, quien denunció la existencia de "información secreta" y una gestión "imprudente" de los hasta el lunes directivos de YPF.

Además, el ministro De Vido advirtió de que YPF "tendrá que pagar" por supuestos daños ambientales en el país al afirmar que "el medio ambiente no se rifa y tiene precio". El "costo de la empresa" habrá que "conversarlo" porque "los gobernadores también tienen muchos reclamos para hacer" sobre su funcionamiento, manifestó el ministro argentino. "Había mucha información (en YPF) que no estaba disponible para las autoridades", afirmó Kicillof, pese a que el Estado argentino contaba con un representante en el directorio de la empresa, Roberto Baratta. "Brufau dijo que el año pasado hubo niveles récord de inversión, pero hay una deuda cercana a los 9.000 millones de dólares", según el viceministro. Kicillof aseguró que Repsol "ha buscado maximizar su beneficio" y ha "chocado" con "el modelo de crecimiento argentino con inclusión social". Repsol, sostuvo, "ha tenido beneficios extraordinariamente grandes" en los últimos años y "nadie puede decir que les estamos sacando algo que era suyo".

Respuesta Horas antes el presidente de Repsol, Antonio Brufau, aseguró que la petrolera española "tomará todas las medidas legales a su alcance" contra el Gobierno argentino por la expropiación de YPF y recordó que el Ejecutivo del país tiene el "compromiso" de lanzar una OPA por el 100% si quiera tomar el control de la filial. "Somos una compañía española y a lo mejor hay ganas de bronca", afirmó Brufau en una rueda de prensa para valorar la decisión del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

Tras poner precio al 57,43% de las acciones de Repsol en YPF (8.000 millones de euros o 46,55 dólares por acción), Brufau sentenció que "todos los Estados tiene derecho a expropiar, pero a pagar también el precio justo". Las autoridades argentinas, denunció, desean "expropiar a precio de saldo" YPF, "sin formular oferta pública de adquisición de acciones". "Con este mecanismo, el Gobierno pretende tomar el control de YPF sin formular una oferta pública de adquisición de acciones por el 100% por la que viene obligado por ley y por los estatutos de YPF, como compromiso como garantía a los inversores a los que quería cautivar", señaló.

Brufau, quien dijo haber recibido propuestas de otras empresas internacionales por la compra de parte de YPF, consideró que "la expropiación es una forma de tapar la crisis social que vive Argentina" y "un acto ilegítimo e injustificable" que, además, "discrimina a la empresa argentina sobre otras del país y a Repsol sobre otros accionistas".

Por este motivo, Repsol exigirá en los tribunales un "resarcimiento por daños y perjuicios", y presentará demandas que van de lo contencioso administrativo a reclamaciones ante los mercados de valores y los tribunales internacionales de arbitraje.