ala hora de desarrollar este proyecto, Honorio García, su promotor, lo ha hecho con el mismo cariño con el que prepara una taza de café. Sabía lo que buscaba y para conseguirlo ha entremezclado varios parámetros: la visión empresarial de alguien que lleva 17 años en el sector de la hostelería al frente de varios negocios, la profesionalidad de un equipo de baristas certificados por la Asociación Europea de Cafés Especiales (SCAE) y la pasión de quien está haciendo realidad un sueño. Todo ello, con una decoración personalizada y las dosis adecuadas de exclusividad han dado como resultado Cafetaza.
Un nuevo concepto de local cargado de singularidades. Para empezar es el primer bar de Vitoria sin barra. "Se trata de un modelo que en países como Noruega está bastante extendido", explica su propietario. Este enfoque innovador, tal y como afirma Honorio, "favorece el contacto directo con cliente". Y es que su propuesta pasa por extender la cultura del café entre los clientes: "Asesoramos, explicamos, resolvemos dudas? En definitiva queremos enseñar a la gente a distinguir un buen café".
A diferencia de otros establecimientos, donde el camarero te da la espalda cuando te prepara un café, en Cafetaza ocurre justamente lo contrario. Disponen de una cafetera barista, de que la que existen 7 u 8 unidades en el Estado, gracias a la cual el cliente puede contemplar todo el proceso de elaboración de una taza de café. Pero además, cuentan con tostadora propia, lo que les permite controlar prácticamente todo el proceso. La materia prima también marca la diferencia: Timor, Etiopia Yigarchefe, Brasil da terra o República Dominicana Meloso son algunas de las variedades que actualmente se pueden degustar. Según la temporada, la carta va renovándose y el cliente tiene la opción de tomarlo allí, pedirlo para llevar o bien comprarlo para prepararlo en casa.
La decoración del local cede el máximo protagonismo al café y ha logrado el efecto deseado: "Por filosofía de negocio todo lo que no tiene que ver con el café está oculto" De ahí que muchos clientes se preguntan al entrar ¿Sólo venden café? Pues no, también hay pintxos, refrescos, combinados, infusiones, ice-teas... sólo que pasan desapercibidos. Aquí jugó un papel importante la visión empresarial de Honorio, "no podía arriesgar tanto y veía importante ofrecer otras alternativas para quienes no les guste el café".
estreno reciente de la web
Otra vuelta de tuerca
El cuarto local de Honorio -le predecen El Vagón, Batzarre y Kafe Antzokia-, fruto de una combinación de experiencia, profesionalidad y pasión, ha cumplido con creces las expectativas. De hecho, debido al gran número de clientes que ha atraído desde su puesta en marcha se ha visto obligado a retrasar algunos activos del proyecto. Acaban de estrenar página web -www.cafetaza.es- a través de la cual se puede comprar café y accesorios para su elaboración, así como inscribirse en los diferentes cursos que tienen previsto organizar dirigidos tanto a profesionales como a aficionados. Un negocio cultural en torno al café con un enfoque claro: "Hemos creado una industria del café a la carta. No queremos vender miles de tazas, sino vender tazas de calidad".