MADRID. Ikea ha cerrado su ultimo ejercicio fiscal, entre el 1 de septiembre de 2010 y el 31 de agosto de 2011, con una facturación de 1.279 millones de euros en España, lo que supone un incremento del 2,2% en un contexto de crisis económica en el que el sector del mueble y la decoración acumula una caída del 40%.

La compañía ha revisado su plan de expansión en el mercado español, que "no va tan rápido" como le gustaría por el freno que suponen las trabas administrativas, según informó este martes en rueda de prensa la nueva directora general de Ikea Ibérica, Belén Frau, en el cargo desde el 1 de septiembre.

En concreto, la multinacional sueca prevé invertir 2.500 millones de euros hasta 2020 en la apertura de catorce nuevos establecimientos, ocho de ellos con centros comerciales, lo que permitirá la generación de más de 18.000 empleos (unos 5.600 en las tiendas Ikea y alrededor de 12.800 en los centros comerciales).

Con este plan, el grupo duplicará su red comercial en España, al pasar de los 13 establecimientos actuales a 27 puntos de venta, y logrará que en 2020 tres de cada cuatro hogares tengan una tienda a menos de una hora en coche. La primera de estas tiendas se inaugurará en Valladolid el 20 de diciembre.

"Ikea sigue apostando por España a pesar de los momentos difíciles actuales, cree que es un mercado con potencial y quiere seguir invirtiendo y creando empleo", subrayó Belén Frau, quien destacó que los proyectos de la empresa contribuyen a "dinamizar" el sector de la construcción.

El anterior programa de aperturas, fijado para el periodo 2010-2015, contemplaba incorporar 12 nuevos establecimientos --dos de ellos ya en marcha--, con una inversión de 2.000 millones de euros.

Como ejemplo sobre los frenos a la expansión, Frau citó el caso de Alcorcón, donde Ikea compró en 2009 una parcela al Ayuntamiento para abrir una tienda en la primavera de 2011 y, por falta de recursos, aún no están listas las infraestructuras para poder empezar la construcción.

ESPAÑA, SEPTIMO MERCADO DEL GRUPO

La directora general de la filial ibérica destacó que España se ha consolidado como el séptimo mercado de Ikea, con unas ventas que representan el 5% de la facturación global de la multinacional y con un crecimiento del negocio que, a su juicio, refleja que el cliente valora la relación calidad-precio de la compañía.

En este sentido, afirmó que la empresa recortó los precios una media del 1,6% en su año fiscal 2011, con reducciones que en algunos productos han llegado al 60%, para hacer frente a la menor capacidad adquisitiva de muchos hogares españoles.

A preguntas de los periodistas, Belén Frau afirmó que los planes inmediatos de la compañía aún no contemplan la venta 'online' en España, aunque se están haciendo pruebas piloto en algunos mercados del grupo, ya que su prioridad se centra en "agotar la vía de la presencia física".