madrid. La Comisión Nacional de Competencia (CNC) ha impuesto una multa por un importe total de 47,14 millones de euros a un grupo de 47 empresas del sector de rehabilitación y mantenimiento de carreteras por alcanzar acuerdos para repartir este mercado y fijar precios. Según la CNC, esta conducta restrictiva de la competencia ha ocasionado un perjuicio al erario público por 14 millones. Por ello, el organismo dependiente del Ministerio de Economía considera que las conductas ilícitas probadas en esta investigación constituyen una de las "más graves", dado que "el mayor precio pagado por la Administración por la ejecución de estas obras tiene un impacto presupuestario que afecta a todos los contribuyentes". En concreto, la multa es fruto del expediente sancionador que la CNC, tras recibir una denuncia, abrió a un total de 53 empresas del ramo en febrero de 2010.
De la multa total, tres empresas son sancionadas con importes superiores a los cinco millones de euros (Hormigones Martínez, Gevora Construcciones y Obras, Caminos y Asfaltos), mientras que otras dos son multadas con más de 2 millones (Elsan y Pas Infraestructuras y Servicios). Entre los sancionados figuran también Effage Infraestructuras, Copisa, OHL y Vías y Construcciones (filial del grupo ACS).
el reparto Según detalló Competencia en un comunicado, el pacto afectaba fundamentalmente a licitaciones de obra realizadas por el procedimiento restringido, por el que sólo pueden presentar ofertas a la Administración las empresas que habiéndolo solicitado, y en atención a su solvencia (según unos criterios objetivos y justificados), sean seleccionados por la propia Administración. En estas licitaciones se marca un presupuesto de referencia y las empresas seleccionadas deben presentar sus ofertas, indicando el presupuesto a la baja que están dispuestos a realizar. Competencia indicaba que las empresas seleccionadas en estos procedimientos "mantenían contactos y se reunían para intercambiarse información sobre las bajas que tenían previstas". "A partir de ello acordaban cuál sería el importe de la baja ganadora, así como el de del resto de ofertas". De esta forma, la empresa adjudicataria obtenía un mayor presupuesto para la obra "a costa de que la Administración pague un mayor precio", y compensaba económicamente al resto de competidores en la licitación.