BILBAO. El bilbaíno José Ignacio Sánchez Asiaín se convertirá en el primer director general de Kutxa Bank el próximo 1 de enero cuando se formalice la fusión de las tres cajas vascas. Actual número dos de BBK, será el encargado de liderar un proyecto que nace con vocación ser un resorte en el desarrollo del país. Sánchez Asiaín será el máximo responsable de la actividad de la caja fusionada, pero contará con el apoyo de Alicia Vivanco, actual directora general de la caja vizcaína, en la dirección de la segunda columna del negocio, las participaciones empresariales.

Como estaba previsto, Mario Fernández será el presidente de Kutxa Bank y los actuales presidentes de Kutxa y de Caja Vital ocuparán la vicepresidencia primera y segunda. El esquema de gestión escogido resuelve el complicado equilibrio entre el peso real de cada caja y la necesidad de garantizar una representación de cada territorio en los órganos de gobierno.

Las piezas han cuadrado con relativa facilidad gracias a que el rango en parte institucional de los actuales presidentes de las cajas se mantiene con las vicepresidencias y se crean dos direcciones generales adjuntas de negocio bancario que coparán Kutxa y Caja Vital. En consonancia con su potencial financiero e industrial, el núcleo central de la actividad quedará en manos de BBK tras reforzarse la posición de Sánchez Asiaín y Vivanco.

Fueron los propios presidentes de las cajas los encargados de transmitir ayer a cerca de 200 directivos de las entidades el nuevo organigrama en una reunión celebrada en Bilbao. Se trata del primer encuentro conjunto de las cúpulas ejecutivas de las tres cajas vascas, otro hito en la integración y posiblemente su puesta de largo oficial.

fICHADO EN 2008 La concentración de poder en torno a la figura de José Ignacio Sánchez Asiaín avala la apuesta que supuso en su momento su llegada a la caja vizcaína. Hijo del histórico presidente del Banco Bilbao y copresidente de la entidad resultante de la fusión con el Vizcaya. El anterior presidente de BBK, Xabier de Irala, lo fichó en enero de 2008 para que liderara el negocio de la caja. Irala se centró en el diseño de las estrategias, que siempre han pasado por la fusión y en la que él puso especial interés. El intentó que lideró fracasó por el portazo que recibió en Kutxa la alianza a dos y se sumó a sus problemas de salud para precipitar su retirada pocos meses después. Quedó sin embargo marcado un camino y sobre todo una referencia financiera en la figura de Sánchez Asiaín. Tras acceder a la presidencia Mario Fernández, continuó marcando el paso financiero de la caja y siendo el número dos de la caja vizcaína.