vitoria. Y Álava respiró. Los trabajadores de Mercedes decidieron ayer por amplia mayoría -el 65%- que el convenio laboral acordado con la empresa para los próximos cinco años es "bueno" y concede "estabilidad" a la fábrica, una decisión que calma definitivamente la ansiedad de los 3.138 trabajadores de su planta de Ali y la de los otros 10.000 operarios que, indirectamente, también dependen de la actividad del gigante alemán en Álava y en el resto de provincias vascas. El resultado obtenido, en definitiva, supone un chute de optimismo y confianza para una economía tan maltrecha en estos momentos como la alavesa, sometida a los rigores del mercado y la crisis con situaciones dramáticas en compañías históricas como Daewoo o Esmaltaciones San Ignacio o en otras de alto valor tecnológico como Epsilon.

El de los trabajadores garantiza el nuevo modelo de furgoneta que sustituirá a las legendarias Vito y Viano, asegura una carga de trabajo para los próximos diez años y supone unas inversiones de más de 500 millones de euros para las propias instalaciones de Mercedes así como para toda la red de pymes auxiliares que dependen de este motor industrial. Además de la generación de 300 nuevos puestos de trabajo en 2012 que conllevará el nuevo modelo -esta cifra podría incrementarse hasta más de 400 en función de las necesidades de producción-, y la tranquilidad que para las instituciones alavesas supondrá seguir contando con la multinacional alemana a efectos de empleo, IRPF, Impuesto de Sociedades o IVA, entre otros.

pelos en la gatera La noticia, saludada desde prácticamente todos los organismos empresariales, pone fin a nueve meses de intensas negociaciones y evidencia el firme compromiso de la mayor parte de la plantilla hacia la propuesta liderada en las últimas semanas por la mayoría del comité (UGT, CCOO, Ekintza y USO). De los 3.138 trabajadores de la planta alavesa, votaron en sus diferentes turnos un total de 2.941 (casi el 94%) y, de ellos, 1.866 respaldaron el acuerdo mientras que 974, casi la mitad, votaron no siguiendo las directrices que en los días previos habían marcado las centrales críticas con el acuerdo (ELA, LAB, ESK y CGT).

En este sentido el hervidero de sms que ayer circularon por las principales webs locales y soportes como por Facebook o Twitter fueron sucediéndose entre quienes denunciaban "la sentencia que este referéndum supone para los currelas" y quienes cuestionaban duramente el papel que a partir de ahora deberá desempeñar ELA en sus relaciones sindicales dentro de Mercedes, "después del ridículo que han hecho, que no le han apoyado ni la mitad de sus afiliados; vergonzoso", se leyó en una web.

En otro mensaje, procedente esta vez de un extrabajador con cuarenta años de trayectoria en la firma de la estrella, no podía producirse ayer otro resultado que el que finalmente sucedió. "El simple hecho de que se asegure la carga de trabajo hasta 2024 me parece un logro excepcional y primordial; sin esto apaga y vámonos, pero que para conseguir la adjudicación del VS20 con sus más de 500 millones de inversión y las consiguientes ampliaciones de plantilla había que dejarse pelos en la gatera, hasta el más bobo lo sabía", sostuvo a través de una carta este veterano.

Desde el ámbito institucional, igualmente satisfactorio se mostró SEA Empresarios Alaveses, que en un comunicado inédito -nunca hasta ayer se había pronunciado ante la opinión pública para valorar acuerdos de carácter privado-, calificó como "golpe de confianza" el esfuerzo alcanzado por empresa, trabajadores y sindicatos, un claro síntoma, advirtió su secretario general, Juan Ugarte, "de que todos los agentes están en el mismo barco y trabajando en la misma dirección". En parecidos términos se manifestó también la Cámara de Comercio, que a través de una nota valoró "el esfuerzo desplegado por el colectivo de trabajadores", una decisión que a juicio de esta entidad representa un compromiso y una apuesta de futuro para Vitoria, la compañía, sus profesionales, sus proveedores y el nivel tecnológico del tejido industrial alavés y vasco. Por su parte, tanto el lehendakari, Patxi López, como el portavoz socialista en el Ayuntamiento, Patxi Lazcoz, también felicitaron vía Twitter a la plantilla y a la planta por tan "excelente" noticia.

El convenio, que tiene una duración de cinco años, contempla entre otras muchas cuestiones un incremento salarial del 2,5% anual fijo, más una paga de 100 euros no consolidable en 2011, 2012, 2013 y 2014; en 2015 la subida sería de IPC real más el 0,25%, y una paga de 250 euros no consolidables.

peso en el pib vasco Las centrales que ayer no refrendaron el convenio al entender que fue fraguado "a espaldas de los trabajadores", advierten de que con el acuerdo ratificado ayer los trabajadores perderán un 0,6% de salario, los pluses y, además, según denunció ELA, "la empresa podrá imponer cambios en los modelos de trabajo con sólo un mes de antelación".

Discrepancias al margen, el acuerdo empresarial vuelve a poner a Vitoria en el mapa mundial de un sector, el de la automoción, demasiado volátil. Al margen de que en los próximos años comenzará a fabricarse en Vitoria el nuevo modelo de furgoneta de Mercedes, hay que recordar que ya el pasado mes de febrero fue presentada en la misma planta de Ali Gobeo la Vito eléctrica (E-Cell), la primera furgoneta de estas características que se fabrica en serie en el mundo. Hasta la fecha han sido ensambladas y entregadas ya cinco unidades a la cooperativa vasca Eroski y otras 95 a otros clientes en Berlín y Sttugart.

Junto a la factoría de neumáticos Michelin -también en estos momentos inmersa en pleno proceso negociador del nuevo convenio-, el peso de Mercedes en el tejido empresarial alavés y vasco resulta innegable. En términos de empleo, sólo la factoría de Ali da trabajo a 3.200 empleados (de ellos, 80 son directivos), a los que habría que añadir otros 10.000 puestos indirectos. El pasado año, en plena crisis, la producción de la planta alavesa ascendió hasta los 70.100 vehículos y la previsión para el próximo cierre pasa por alcanzar las 87.000 unidades. De Mercedes dependen además en toda Euskadi más de una treintena de proveedores y casi otras 60 pymes que, según la propia dirección, presentan una facturación media de 100.000 euros por sus servicios. Y por si hubiera alguna duda, el gigante alemán supone el 3% del PIB vasco y el 11% de las exportaciones (el 40% en el caso de Álava), y su facturación global desde que comenzó a ensamblar la Vito en Vitoria supera los 17.000 millones de euros.