madrid. El Banco de España dio por concluida ayer la recapitalización de las trece entidades que no daban la talla en materia de capital, aunque ello le obligó a quedarse con tres de ellas, Unnim, NovacaixaGalicia y CatalunyaCaixa, y a intervenir una, la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), con un desembolso total de 7.550 millones.
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, había dado de plazo hasta ayer a las entidades para alcanzar el mínimo de capital exigido, bien a través de salidas a bolsa, operaciones corporativas, ampliaciones de capital o fusiones.
Al cumplirse ayer el plazo, el responsable de la entidad supervisora compareció para dar cuenta del intenso proceso de recapitalización que se ha desarrollado en los dos últimos años, y que ha permitido no sólo sanear las entidades, sino reducir su número. Este proceso ha sido especialmente intenso en las cajas de ahorros, de las que sólo quedan 15, frente a las 45 de hace dos años.
Ahora, en cualquier caso, se da por concluido el proceso abierto para que las entidades cumplieran con el mínimo del 10% de capital principal -8% si cotiza en bolsa-, dijo el gobernador. En un principio eran trece entidades, la mayor parte cajas de ahorros, las que tenían que buscar la manera de captar los fondos privados necesarios, y no todas ellas lo han logrado.
En el caso de la CAM, una entidad considerada hasta hace poco la cuarta caja de España, hoy permanece intervenida y en proceso de subasta. "La gran diferencia con el resto es que la CAM no es viable", dijo Fernández Ordóñez, quien tuvo duras palabras para la entidad y para sus anteriores gestores. Los administradores del Banco de España despidieron esta semana a la directora general, María Dolores Amorós, que cobraba una retribución anual de 593.040 euros, además de una renta vitalicia de 369.497 euros por ejercicio. Sobre ella pesa la sospecha de haber buscado "el beneficio propio, falsear las cuentas y realizar una gestión deficiente" cuando fue directora general. "La CAM es lo peor de lo peor", afirmó ayer Ordóñez, quien reconoció que la información que estaba saliendo sobre los anteriores gestores de la CAM le parecía "escandalosa". No ocultó además que, al final, la intervención y subasta de la CAM le pueda costar dinero al contribuyente.
En total, la reestructuración del sector ha costado al Estado, a través del Fondo de Reestructuración Bancaria Ordenada (FROB), un total de 7.551 millones de euros, a los que se unen los 5.838 millones de euros de inversores privados. Esto eleva a 13.389 millones el coste total de la reestructuración financiera, cifra que se sitúa por debajo de los 15.152 millones de euros que se había calculado inicialmente.