madrid. La incertidumbre en torno a Grecia, las negativas perspectivas de crecimiento en Estados Unidos, la abrupta bajada del precio del petróleo y la caída de la banca condicionaron ayer el resultado de la Bolsa española, que cedió el 2,77%, la mayor caída en siete meses y medio. Así, el índice selectivo de la bolsa española, el Ibex 35, bajó 283,60 puntos, hasta los 9.942,60 puntos, nivel de comienzos de enero. Las ganancias anuales bajan con ello al 0,85%.

Preso de la incertidumbre sobre la resolución del rescate de Grecia, el selectivo madrileño acusó el desplome de valores como los del BBVA (-5,46%) y Santander (-4,79%), que encabezaron ayer las pérdidas, y sellaron una jornada negra. Las reticencias de la oposición helena de respaldar el segundo paquete de austeridad del Gobierno de Giorgios Papandreu y allanar así el rescate de la UE, el BCE y el FMI exacerbaron la inquietud de los inversores sobre la resolución de la crisis y agudizaron el castigo a los países periféricos. El reflejo directo de este sentimiento fue el incremento hasta los 279 puntos del diferencias de la deuda española respecto al bono alemán, lo que eleva el interés que se paga por las emisiones hispanas en los mercados secundarios hasta el 5,65%. Pero no sólo sufrió España, también lo hizo la deuda de Portugal (881 puntos, con un interés del 11,5%), e Irlanda (926 puntos, con un interés del 12%), además de la de Grecia, la más castigada, que llegó hasta los 1.432 enteros, con un interés del 17%.

La Bolsa española empezaba el día con pérdidas moderadas que se incrementaban después de que Wall Street cediera ayer el 0,7% y de que el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, expresara sus dudas sobre el crecimiento de la economía estadounidense.