Vitoria. Ya están todos. Primero fue la propia dirección de Mercedes desde Stuttgart; días después respondió el comité de empresa; y al poco salió la Diputación foral llamando a la calma. El circo mediático que rodea estos días a la factoría alemana a cuenta de la negociación de su nuevo convenio colectivo se cerró ayer con otros dos protagonistas, el Ayuntamiento y, de nuevo, el Gobierno Vasco a través de su consejero de Industria. Después de 14 infructuosas reuniones entre los trabajadores y la empresa -nunca antes el desacuerdo había alcanzaso tales cotas-, el comité ha optado por socializar el conflicto laboral entre la ciudadanía alavesa para reforzar su imagen de unidad y presionar, de paso, a la multinacional alemana. A partir de ahí, cada movimiento de esta particular partida de ajedrez será medido con lupa, previsiblemente después del verano.

"Chantaje" inaceptable Hasta entonces, es también previsible que se sucedan llamadas a la calma y la reflexión como las que ayer protagonizaron el titular de Industria, Bernabé Unda, o el alcalde, Javier Maroto, que recibió a primera hora de la mañana al comité de empresa en un encuentro del que poco se puede esperar más allá de un provechoso gesto político por parte del nuevo regidor. Así y todo, emplazó Maroto a la familia de Mercedes a "rebajar la tensión laboral" en torno a la negociación del convenio para evitar una huelga que genere efectos adversos al futuro de la planta y el de la empresas que indirectamente dependen de ella. También la formación municipal de Bildu mantuvo un encuentro con los trabajadores, lamentando posteriormente el "chantaje" que la empresa quiere imponer a la plantilla al rebajarles su poder adquisitivo "en torno a un 17%", criticó Kike Fernández de Pinedo

Al mismo tiempo en Bilbao se manifestó también el consejero Unda, quien en una entrevista en Radio Euskadi pidió que "prevalezca el sentido de la racionalidad" y se alcance un acuerdo que garantice el futuro de la planta, el de las empresas proveedoras y el de los futuros puestos de trabajo que generará el VS20, entre 400 y 500. "La decisión tiene tal calado y es de tal importancia que no planteo un escenario distinto a que se gane ese pulso con Alemania", sostuvo Unda, que insistió: "Las cosas sólo se consiguen mediante acuerdos, por eso no contemplo otro escenario que no sea fabricar el VS20 en Vitoria".