Bruselas. Una comisión internacional, compuesta por la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI) , negociaron ayer en Atenas con el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, las nuevas medidas de austeridad para los próximos cuatro años. El objetivo es ahorrar o recaudar 28.300 millones de euros hasta 2015, de los cuales 6.500 millones corresponden a este año. Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete presionaron a Grecia para que apruebase en su parlamento el plan de ajuste y privatizaciones de 28.000 millones de euros acordado con Bruselas y el FMI.
Los líderes europeos buscarán un principio de acuerdo sobre el segundo rescate de alrededor de 100.000 millones que necesita Grecia para los próximos años. La estrategia de persuasión a Grecia comenzará en la reunión previa a la cumbre de los líderes del PP europeo, que tratarán de convencer al líder de la oposición, el conservador Antonis Samaras, de que apoye este plan de ajuste, que ha sido negociado por el primer ministro socialista George Papandreu, según han informado fuentes europeas. La principal dificultad de este nuevo plan de ayuda, estriba en definir cómo participarán los bancos privados. No obstante, no se espera que del Consejo Europeo salgan ya cifras tan ajustadas, sino que la definición de las líneas generales del segundo rescate se dejará para la reunión de ministros de Economía del 11 de julio.