bruselas. La Unión Europea y Japón lograron un tímido avance en el largo camino para alcanzar un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambas potencias económicas, durante la vigésima cumbre bilateral celebrada en Bruselas.
Los líderes de ambos bloques acordaron iniciar las discusiones para definir el alcance y nivel de ambición que deberá tener el TLC, lo que se conoce como proceso exploratorio, un paso previo a abrir oficialmente las negociaciones. La Comisión Europea buscará, en paralelo, la autorización de los estados miembros de la UE para iniciar las conversaciones oficiales, una vez que constate que la exploración va por el buen camino.
Fuentes diplomáticas estimaron que el proceso de exploración podría llevar entre seis y nueve meses desde su inicio y que deberá ser llevado a cabo "tan pronto como sea posible", según las conclusiones de la cumbre.
"Algunos podrían decir que no vamos lo suficientemente lejos. Yo digo que no hay que subestimar el significado político de nuestra decisión", dijo el presidente del Consejo, Herman van Rompuy. A su juicio, el acuerdo "conlleva un significado simbólico y político, pero también mucho más", pues "los potenciales resultados económicos y políticos" serían "enormes".
El primer ministro japonés, Naoto Kan, destacó por su parte el impacto positivo que podría tener sobre el mercado mundial si los dos bloques logran alcanzar un "acuerdo verdaderamente sustancial".
Preguntado por las preocupaciones europeas respecto al compromiso real de Japón, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, respondió que "las dos partes quieren que el acuerdo sea sustancial, significativo y afronte todos los asuntos que afectan al comercio" entre los dos bloques. Barroso explicó que estas preocupaciones han sido abordadas durante la cumbre y aseguró que Japón ha expresado su deseo de tenerlas en cuenta.