Portugal logró colocar ayer, en plena crisis política y bajo fuerte presión de los mercados, 1.645 millones de euros a quince meses a un interés del 5,79%, más alto que su anterior subasta, pero con una demanda muy superior a la oferta. Mientras se realizaba la subasta los intereses de la deuda portuguesa estaban en ligero descenso en el mercado secundario, donde los bonos a diez años, que sirven de referencia, se negociaban al 8,43 %.