Vitoria. La integración de las tres cajas de ahorros de la CAV, BBK, Kutxa y Caja Vital plantea numerosos interrogantes a la luz de la todavía incipiente definición del modelo final.
¿Qué es una fusión fría?
La operación se define como fusión fría porque no se produce una fusión pura y dura de las tres cajas en una sola. Como se recordará en el proceso anterior de finales de los años 80 las cajas de ahorros municipales y provinciales de cada territorio sí se fusionaron totalmente en una sola estructura con un solo presidente. En el caso de Bizkaia, la CAV y la Municipal de Bilbao se integraron totalmente en la BBK y desaparecieron las marcas anteriores. En una fusión fría se mantienen las entidades de origen con sus órganos de administración y sus marcas pero se traspasa el negocio financiero total a una nueva entidad, en este caso un banco. Se trata de una integración que respeta la personalidad jurídica, el nombre y los órganos de gobierno de cada caja pero se crea una estructura conjunta para operar tanto en el ámbito vasco como el del resto del Estado y tomar en común las grandes decisiones de todos los socios.
¿Es un SIP?
Las tres cajas de ahorros de la CAV rechazan utilizar el término SIP para su operación porque considera que reúne características distintas. El Sistema Institucional de Protección (SIP) o fusión virtual es una unión en la que sus entidades integrantes mantienen su marca, su forma jurídica, su capacidad de decisión individual, así como su independencia económica. Sin embargo, se aprovechan de servicios comunes que, por un lado abaratan costes, -servicios informáticos, mismas plataformas para la operativa financiera y productos similares-, así como del intercambio de servicios en sus redes de oficinas y cajeros. En una fusión clásica desaparecen las cajas que se integran y sólo queda una. En este caso, no. La entidad conjunta tendrá un balance consolidado y será supervisada de forma única por el Banco de España.
¿Qué papel tendrá el banco?
Las tres cajas han decidido aportar todos sus activos financieros a un nuevo banco o sea todo el dinero que tienen en las cuentas, todos los préstamos concedidos, todos los fondos de pensiones, etc. El banco realizará todas las operaciones normales: emitirá tarjetas, prestará dinero, captará ahorro, etc.
¿Cómo se repartirá el capital del nuevo banco?
En principio iría en función de lo que aporte cada caja. Logicamente la BBK que aporta más activos y más beneficios que Caja Vital, por ejemplo, tendrá un mayor paquete accionarial que la alavesa. Lo normal es que sea proporcional al tamaño y resultados de cada una.
¿Dónde estará su sede?
No está definido. La importancia de Bilbao como capital financiera con amplia tradición y el mayor tamaño de la BBK podría suponer que fuese en la capital vizcaina.
¿Dónde se pagarán los impuestos?
Este tema es especialmente sensible y en los anteriores intentos de fusión se hizo especial hincapié en que se utilice una figura que permita que la recaudación fiscal en cada territorio se mantenga como hasta ahora. de forma que las haciendas de Bizkaia, Araba y Gipuzkoa mantengan los ingresos correspondientes a su aportación al negocio del nuevo banco.
¿Se mantienen las cajas?
Sí. Seguirán existiendo BBK; Kutxa y Caja Vital con sus marcas, su figura jurídica, sus órganos de Gobierno y su obra social. Las cajas ingresarán los beneficios que les correspondan en función de su participación en el banco como un dividendo y con ese dinero realizarán su labor social tradicional.
¿Afecta a los clientes?
No. Cada cliente seguirá teniendo sus cuentas, sus fondos etc en la misma oficina que hasta ahora y no tendrá costes adicionales aunque la entidad titular de sus ahorros en vez de ser la Caja de Ahorros X sea el Banco X. S.A.
¿Qué pasa con Cajasur?
La antigua caja cordobesa es una participada más de la BBK, a través de BBK Bank, y formará parte de la dote de la caja de ahorros vizcaina a la operación.
¿Y otras participaciones?
Salvo que se siga el criterio de La Caixa irían a formar parte del banco que se creará con una nueva ficha bancaria.