madrid. La vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, aseguró ayer que el Gobierno y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) "hicieron todo lo que estaba en su mano" para avisar a los inversores sobre la emisión de pagarés de Nueva Rumasa. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Salgado recordó que "cambiamos ya la legislación para que esas emisiones tuvieran que ser realizadas a través de un intermediario financiero" y que la CNMV dio "hasta siete avisos" en los que recomendaba a los inversores que "debían informarse bien de las características de la emisión y de los riesgos asociados". "Sinceramente creo que poco más se puede hacer", sentenció.

No obstante, Salgado añadió que "debemos estar siempre vigilantes para que estas cosas no vuelvan a suceder; pero, insisto, creo que el Gobierno y la CNMV hicieron todo lo que estaba en su mano". Por su parte el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, expresó su deseo de que los dirigentes Nueva Rumasa puedan "reorientar sus problemas financieros, siempre desde el respeto a cualquier decisión de una empresa privada".

Pero la duda es si los 5.000 inversores de pagarés de Nueva Rumasa serán o no los últimos en cobrar si las sociedades del grupo de José María Ruiz Mateos finalmente se acogen al concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos). Según los expertos consultados, tendrán prioridad para cobrar las cantidades invertidas aquellos que hubieran acudido a una emisión de pagarés que contara con una garantía real que asegure la devolución del dinero (sería el caso de quienes se acogieron a la tercera emisión de pagarés de Nueva Rumasa que ofrecía una rentabilidad del 8% y sostenía que la devolución de la inversión estaba respaldada por una "garantía real ante notario", que eran las existencias de brandy de jerez de la marca Conde de Jerez, con un valor de 1.200 millones de euros). Por su parte, el resto de los inversores tendrían el carácter de acreedores ordinarios, es decir, que cobrarán después de que lo hayan hecho los privilegiados generales (como Hacienda o la Seguridad Social) o los privilegiados especiales (como los que tienen garantías). Los últimos en cobrar serán aquellos inversores que hayan suscrito ampliaciones de capital, ya que se han convirtiendo en accionistas.

Mensaje Ante la polémica creada José María Ruiz Mateos manifestó ayer su deseo de formar una sociedad anónima con el montante de las aportaciones de los inversores a las empresas de Nueva Rumasa para hacer una base "todavía mucho mayor de cara a su proyección de futuro". El patriarca de la familia Ruiz Mateos resaltó que las emisiones del grupo llevan "bastante tiempo funcionando y se ha cumplido perfectamente con las obligaciones". "La tesorería está extremadamente desahogada, yo por eso no tengo preocupación absolutamente ninguna", aseguró.

En este sentido, el empresario quiso enviar un mensaje de "paz, sosiego y tranquilidad", dada, a su juicio, la "enorme" solvencia del grupo" y la "considerable diferencia entre activo y pasivo de sus empresas". De este modo, Ruiz Mateos ha subrayado que "el grupo tiene capacidad suficiente para atender a todos sus compromisos".