en la presentación del Informe Económico 2010 el presidente Rodríguez Zapatero, ante lo mas granado del mundo económico, expuso que "la reforma se va a acometer sí o sí", y parece que la postura es positiva, porque aunque lo que se acuerde el día 28 de Enero no sea ni mucho menos lo mejor, hacer algo con respecto a las pensiones públicas es un tema absolutamente necesario. Lo que tal vez genere serias dudas de cara al futuro sea saber si las pautas seguidas y las soluciones que se propongan sean las mejores y mas constructivas y sostenibles, o estemos encaminando al sistema público de Seguridad Social, y a sus cotizantes y beneficiarios, hacia horizontes de mayor empobrecimiento y a una privatización del bienestar.

1).- ¿Hacia una Capitalización del Sistema Público?.-

El modelo actual de Seguridad Social, presta una cobertura al cotizante medio del Régimen General, con sus pensiones públicas, del 70% al 85% del salario o retribución media en el último año de su actividad laboral. Con la reforma que se estima apruebe el gobierno socialista, esta ratio de cobertura se reducirá en un porcentaje tanto mas alto, cuanto mas se incremente la edad de jubilación, los años de cotización y el período de cómputo para el cálculo de su pensión pública.

Hasta este momento, y según estadísticas de la Eurozona, el porcentaje de renta salarial percibido con la pensión por el jubilado vasco y del territorio común es superior al del resto de los países de la UE, y ello provoca que tanto a nivel colectivo o empresarial , como a nivel personal, el trabajador afectado no se plantee o reclame en el convenio colectivo o acuerdo laboral o en el horizonte familiar, trasladar parte de su percepción mensual o anual, a sistemas de previsión de empleo (2º pilar),o a sistemas de tipo individual (3 pilar).

Por ello en las estadísticas de la OCDE sobre la cuantía de recursos acumulados en sistemas de previsión social (pensiones), Euskadi ocupa una situación intermedia, y el Estado está casi en el pelotón final.

¿Se trata con la reforma planteada, de canalizar el posible ahorro futuro hacia modelos privados de previsión social o de orientar el sistema público de reparto hacia un sistema de capitalización individual?

2).- Uso no debido de los Ingresos por Cotizaciones.-

Actualmente mas del 27% de las pensiones que atiende el sistema público de la Seguridad Social son cubiertas por los complementos a mínimos, ya que las prestaciones que perciben los beneficiarios de las mismas son inferiores a la cuantía que anualmente se establece en la Ley de Presupuestos como percepciones o pensiones mínimas. Las pensiones mínimas tienen como objeto garantizar un nivel de subsistencia a todos los pensionistas, y cuando la cuantía de la pensión reconocida no llega a la cifra fijada por el Estado, se le complementa.

Estos complementos a mínimos, que deberían ser satisfechos a través de los Presupuestos Generales y financiados vía impuestos, son atendidos por la Seguridad Social, corriendo con un desembolso que no le corresponde, y cuyo importe hasta el año 2013 (fecha de terminación del compromiso entre el Estado y la Seguridad Social), está suponiendo históricamente varios miles de millones de euros.

Como consecuencia de las revalorizaciones de las pensiones mínimas en los últimos años, el gasto en complementos a mínimos ha pasado de representar el 6,01% del gasto total en pensiones, al 7,28% a finales de 2010.

En la historia del sistema público de la Seguridad Social, uno de los problemas mas importantes ha sido el dedicar los ingresos de los cotizantes para hacer clientelismo político o atender compromisos discrecionales del gobierno, poniendo en solfa la solvencia de la Seguridad Social, y tirando de las arcas de la Tesorería General.

Una de las recomendaciones constantes de los componentes del Pacto de Toledo, es la de solicitar la separación y clarificación de las fuentes de financiación, de forma que las cotizaciones vayan a pagar únicamente las prestaciones contributivas. Desde al año 2013, y con la reforma que se presume, la Administración del Estado tendrá que dotar en los Presupuestos Generales del Estado partidas mas importantes para complementar unas pensiones que en el futuro serán mas bajas, y sobre todo para aquellos cotizantes con importantes vacíos en sus carreras de actividad, eso sí pero financiadas con cargo a la imposición, como expresión de la solidaridad social.

3).- Nuevo Sistema y Nuevas Fuentes de Financiación.-

Con esta nueva reforma que va a ser aprobada, lo que se va hacer es un nuevo ajuste a la baja, que temporalmente solventará las preocupaciones, pero sin que garantice definitivamente las pensiones para las generaciones futuras, y sin que aclare la polémica existente entre técnicos, especialistas y políticos de diferente signo, sobre si el sistema de reparto, basado en la solidaridad intergeneracional, soluciona el futuro, o si con él los jóvenes cotizantes terminarán viendo a los mayores, jubilados y pensionistas como una carga muy pesada, que dificulta su futuro y su desarrollo, reaccionando los mayores contra los jóvenes por desagradecidos, poco solidarios, e incapaces de atender el peso de sus prestaciones ganadas con el esfuerzo de muchos años. ¿Otro conflicto generacional?

En todos los planteamientos presentados hasta el momento respecto a la modificación futura, solo se ha contemplado la reducción del gasto en pensiones como la solución, pero tal vez sería conveniente considerar la introducción, en la próxima reforma fiscal, tal como se ha hecho en algunos estados europeos, Alemania, Dinamarca, Francia, etc. y afirmativamente, de un impuesto social o ecológico, que sirviera para financiar algunas de las prestaciones que en este momento atiende la Seguridad Social , bien sea por pensiones o para prestaciones por desempleo, por ejemplo.

Conclusión.

Esta nueva reforma aun siendo necesaria, pero planteada con mucho retraso y muy importantes omisiones, y todo lo que ella traiga consigo, no debe ser óbice para que sigamos demandando, con total rotundidad, la gestión del régimen económico de la Seguridad Social y la del desarrollo legislativo sobre la materia como primer paso, para crear definitivamente un sistema vasco de pensiones públicas.

* Actuario