vitoria. La secretaria general del PP, María Dolores Cospedal, reclamó ayer al Gobierno que cierre "un acuerdo, de una vez por todas" con los agentes sociales sobre la reforma de las pensiones "porque es necesario para nuestro sistema". "Desde el Partido Popular, lo que creemos es que ya era hora de que, de verdad, se llegara a un acuerdo entre el Gobierno y las organizaciones sociales para lograr un pacto de las pensiones, lo llevamos pidiendo muchos años, y creo que el Gobierno tiene que cumplir con su obligación y cerrar un acuerdo de una vez por todas porque es necesario para nuestro sistema de pensiones", sentenció. Tal postura allana el camino al Gobierno en la tramitación de la reforma pues da a entender que, aún sin la aceptación de los sindicatos, el PP no votaría en contra del proyecto de ley que el Gobierno aprobará mañana.

Pero eso no basta a los socialistas que necesitan apoyos claros para sacar adelante su plan de reforma. Ese apoyo podría dárselo CiU que el martes respaldo la postura del PSOE en las conclusiones del Pacto de Toledo, pero que ayer le advirtió que ese posicionamiento no tiene porqué repetirse en la votación del proyecto de ley. Su portavoz en materia laboral, Carles Campuzano, advirtió que su postura el martes "no prejuzga" su voto favorable a la reforma de las pensiones.

contrapartidas La clave para que los convergentes apoyen a los socialistas en el trámite parlamentario de la reforma podría estar en la renegociación de la deuda de Cataluña y de su régimen fiscal. Así al menos se desprende de la reunión que ayer mantuvieron en el Congreso de los Diputados el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el portavoz parlamentario de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, y que se centró, precisamente en la polémica sobre las pensiones, en la deuda catalana y las transferencias pendientes a Cataluña.

Según explicó Duran, ambos mandatarios conversaron "largamente" sobre la situación económica y financiera de España, con especial atención a las negociaciones con los sindicatos sobre pensiones o a la reforma de la ley de cajas. Duran, respecto al primer asunto, dijo que cree que aunque el acuerdo es "difícil", de llegar sería "un signo altamente positivo", y "un gran notición, de lo mejor que podía pasar a la economía española en los últimos años", ya que un consenso de Gobierno y agentes sociales "transmitiría confianza".