Madrid. El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), Julio Villaescusa, indicó ayer que no cierra la puerta a una eventual huelga si el ministro de Fomento, el socialista José Blanco, finalmente impone una tasa al transporte pesado en el uso de las autovías, al recordar que el Gobierno de Zapatero se comprometió a no gravar a este sector.

"Se comprometieron a no aprobar una tasa al transporte de mercancías. Va a haber una reacción que puede ir desde el enfado hasta el paro", advirtió el líder de la patronal del transporte en declaraciones a Europa Press, en alusión al acuerdo alcanzado con el Gobierno para poner fin a la huelga que los transportistas secundaron en junio de 2008 y que paralizó numerosas empresas por todo el país.

Villaescusa se resignó a que el ministerio de Fomento focalice la recaudación fiscal en los transportistas, si bien aventuró que este impuesto indirecto que estudia el ministro José Blanco también se puede extender en un futuro al transporte de pasajeros. "Nos han elegido a los transportistas de mercancías como los recaudadores, pero primero serán las mercancías y luego los viajeros", vaticinó.

En este sentido, el presidente de la patronal del sector del transporte reclamó un reparto "más equitativo", al tiempo que arremetió contra el departamento dirigido por José Blanco, al considerar que actúa con "alevosía y nocturnidad", pues la tasa para las autovías podría decidirse en el próximo mes de agosto.

Según recogió ayer el diario El Mundo, El ministerio de Fomento estudia cobrar a los transportistas de mercancías pesadas unos 10 céntimos por kilómetro, con el fin de recaudar alrededor de 3.000 millones de euros al año que sirvan para aliviar las maltrechas cuentas del Estado, medida a la cual los transportistas de camiones pesados se oponen y anuncian movilizaciones si el Gobierno, finalmente lleva a cabo la regularización de pagos de tasas en las autovías.