washington. El Banco Mundial (BM) consideró ayer que la situación económica en España es "muy grave", aunque reconoció que las medidas de austeridad fiscal adoptadas por el Gobierno van en la "dirección correcta".

"Creo que la situación en España es muy grave y el desempleo extremadamente alto", afirmó ayer el director de tendencias macroeconómicas del BM, Andrew Burns, durante una rueda de prensa en la que se presentó el informe Perspectivas Económicas Mundiales 2010.

Burns dijo que es "probable" que las medidas de consolidación fiscal puestas en marcha por el Gobierno español reduzcan el riesgo de un empeoramiento de la situación económica.

Resaltó, además, que los indicadores de mercado muestran que los inversores ven la situación en España como menos grave que la de Grecia o Portugal.

Alertó, por otro lado, que de producirse una crisis de deuda en España, algo que de momento el Banco Mundial considera improbable, eso impactaría en la banca española, lo que a su vez podría pasar factura a Latinoamérica. En cuanto a la economía mundial, el BM elevó sus previsiones de crecimiento para este año al 2,9%, frente al 2,7% adelantadas en enero, y al 3,3% en 2011, una décima más.

El organismo considera que la actual "crisis de la deuda" en algunos países de Europa es una de las principales amenazas para el crecimiento global.

"La recuperación económica mundial continúa pero la crisis de la deuda de Europa ha puesto nuevos obstáculos en el camino hacia un crecimiento sostenible a medio plazo", señala el informe divulgado ayer.

Asimismo, el Banco Mundial estima que la economía mundial crecerá entre el 2,9% y el 3,3% en 2010 y 2011, frente al 2,7% previsto en el mes de enero por el Banco Mundial, que destaca que la recuperación económica continúa, "pero la crisis de la deuda de Europa ha puesto nuevos obstáculos en el camino hacia un crecimiento sostenible a medio plazo".

Al mismo tiempo, el BCE sitúa el crecimiento del PIB en las economías en desarrollo entre el 5,7% y el 6,2% en el periodo 2010-2012, mientras que para los países desarrollados será de entre el 2,1% y 2,3% en 2010, lo que "no será suficiente para contrarrestar la contracción del 3,3% registrada en 2009", y de entre el 1,9% y el 2,4% para 2011.

El BM da por sentado que los esfuerzos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y las instituciones europeas evitarán un incumplimiento de pago o una reestructuración importante de la deuda soberana europea. "Pero, incluso así, los países en desarrollo y las regiones que mantienen estrechas relaciones comerciales y financieras con los países de ingreso alto muy endeudados pueden sufrir serias repercusiones", insiste.