Vinos con denominaciones de origen de Cariñena, Rioja, Navarra, Ribera del Guadiana o Utiel-Requena se muestran esta semana en la feria TopWine China 2010 de Pekín, donde la consigna de bodegueros e importadores es la de que hay que intentar romper el apabullante dominio francés en el país asiático.

La feria, en la que la participación española ha sido organizada por la institución de promoción comercial Aragón Exterior, tiene nutrida presencia de vinos españoles junto a los de Francia e Italia, con caldos de Hungría o Georgia en el lado más "exótico".

En el pabellón institucional español participan las importadoras MPC Group, Palette Wines y Citron, aunque otros expositores independientes ofrecen catas y promocionan su excelente relación calidad-precio de los caldos españoles.

Unos vinos que, pese a que España es uno de los mayores productores y exportadores mundiales, tienen todavía poca presencia en el mercado chino, no sólo ya comparados con grandes competidores como Francia o Italia, sino también con los menos prestigiosos vinos del Nuevo Mundo (Australia, Chile, Argentina).

"España tenía otros mercados tradicionales y en China se ha relajado. Se pensaba 'para qué vamos a ir allá si en España se bebe mucho vino y exportamos a Inglaterra, Alemania, Suiza, Escandinavia", explica a Efe Andrés Zamorski, de Bodegas Olarra, que viene a mostrar a Pekín los Riojas de esta marca y otras del grupo, como Ondarre o Casa del Valle.

Según Zamorski, el gran nicho que han de aprovechar los vinos españoles en China no es el de los caldos de lujo, copados por francesas como Lafite, sino las clases medias y los mercados de ciudades "trilladas" como Shanghái, Pekín o Cantón.

El desembarco español, que se intenta desde hace unos 10 años, no es fácil, por temas como los aranceles, que encarecen los vinos españoles si se les compara, por ejemplo, con los chilenos, mucho más baratos gracias al Tratado de Libre Comercio China-Chile.

En opinión de Diego Gutiérrez, de Palette Wines, algo está cambiando en el mundo del vino chino, durante mucho tiempo considerado algo de élites ricas pero cada vez más presente en los gustos de los consumidores medios.

"Hay dos clases de chinos que consumen vino: los que tienen dinero que van a un restaurante y piden el más caro que haya, y la gente joven que sabe mucho mas de vino", comenta.

"La gente joven china es consciente de la importancia del vino como cultura, y por ese simple hecho quieren aprender todo lo que sea posible del vino", añade el representante de Palette, que en su expositor muestra el Ribera del Guadiana "Castillo Quemado" y varios Vinos de la Tierra castellanos.

MPC ofrece "Bodegas Covila" (Rioja), "Vegalfaro" (Utiel-Requena), "Inurrieta" y "Orvalaiz" (Navarra), entre otros.

Iván Guinea, uno de los representantes de esta importadora, destaca el proceso de crecimiento del vino español en China: "Se está mejorando cada vez más el negocio, en restaurantes españoles estamos siempre presentes y cada día mejorando un poco más la presencia en extranjeros".

"El mercado va funcionando y mejorando, pero queda un mundo antes de que se pueda alcanzar a Francia", comenta.

La shanghainesa Citron, por su parte, presenta sólo vinos aragoneses de la denominación Cariñena, y que en palabras de Sofia Zhu, directora de ventas en China, tienen un gran potencial en el mercado asiático.

Para ella, la presentación y etiquetado es importante para llegar a los consumidores chinos, así como enseñar a los chinos qué tipo de vino va mejor con sus comidas tradicionales.