BILBAO. En una nota de prensa difundida a nivel estatal por la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), de la que EKA/OCUV forma parte, las asociaciones de consumidores denunciaron que la empresa escuda la subida "en su esfuerzo inversor y en la recuperación de un supuesto déficit entre las tarifas y el IPC arrastrado hasta el año 2004, sin tener en cuenta que desde ese año siempre ha venido solicitando incrementos del 6 por ciento, muy superiores al IPC de cada uno de esos ejercicios".

Según indicaron, este año, la subida plantea "términos inaceptables, especialmente si se tiene en cuenta que en la actualidad la inflación se encuentra en el 0,3 por ciento y que, aunque previsiblemente subirá en diciembre, se quedará en el entorno del 1 por ciento, con lo que la diferencia de alrededor del 6 por ciento supondrá una importante pérdida de poder adquisitivo para los consumidores".

A su juicio, esta decisión es "especialmente problemática si se tiene en cuenta que los incrementos más importantes se dan en trayectos de cercanías, AVE de media distancia y en los bonos de este tipo de recorridos, tan utilizados por los consumidores".

Además, señalaron que la propia compañía "reconoce que, pese a pedir una media de subida del 6 por ciento en los billetes de alta velocidad de media distancia, los mismos recorridos son hasta un 135 por ciento más caros que si se realizaran en autocar (un 71% de media), un diferencial que resta competitividad al ferrocarril".

CECU mostró su rechazo a la solicitud "tanto por lo desafortunado de incrementar tarifas en esos términos en la actual situación económica como también teniendo en cuenta que buena parte de la política de las administraciones para reducir las emisiones de CO2 y luchar contra el cambio climático debe ser fomentar transportes colectivos y sostenibles como el tren".