El sueño olímpico de la gimnasta alavesa Salma Solaun llegó a su fin antes de tiempo. La vitoriana de 19 años participó esta mañana en la ronda clasificatoria del concurso completo de gimnasia rítmica por equipos y no logró el objetivo de estar presente en la final y pelear por la medalla a causa de un fallido ejercicio con los aros que dejó al conjunto nacional sin apenas opciones de terminar entre los ocho primeros.
Bronce en los dos últimos mundiales, y aspirante por tanto al podio olímpico, el grupo no pudo brillar en ninguna de sus dos presentaciones. Pese a reclamar sus dos notas, solo en un caso con fortuna, terminó en la décima posición final, fuera de las ocho mejores que se jugarán las este sábado medallas. Será segundo reserva.
El equipo formado por Inés Bergua, Mireia Martínez, Salma Solaun, Ana Arnau y Patricia Pérez saltó al tapiz con la ilusión de devolver a la gimnasia rítmica española al podio tras la plata lograda en Río 2016, pero sus posibilidades se esfumaron casi por completo en el ejercicio de aros. Dos aros caídos y un lanzamiento que Mireia Martínez no pudo efectuar a causa de un resbalón previo condicionó la puntuación. Sí que estuvo bien Salma Solaun, que efectuó una colaboración múltiple de bella factura y se mostró correcta en sus movimientos.
En cualquier caso, las caras de decepción de las gimnastas y los llantos de algunos de sus familiares al terminar el ejercicio ya presagiaban una mala puntuación y los jueces así lo confirmaron al concederles 30,100 puntos que, tras una reclamación de la delegación, se convirtieron en 30,400, la segunda peor valoración de los 14 equipos participantes sólo por delante de los 29,700 de México.
La remontada, en consecuencia, era casi imposible y las españolas estuvieron obligadas a esperar el fallo del resto de equipos y realizar un ejercicio casi perfecto en la segunda rotación, en la que se utilizan dos pelotas y tres cintas, para tener alguna opción de clasificarse para la final. Aunque sí que mejoraron sus prestaciones, no fue suficiente.
La coreografía comenzó con las gimnastas escenificando el símbolo de la paz y el Imagine de John Lehnnon de fondo para acelerar después el ritmo con otra canción más rápida en el tramo final, con intercambios de aparatos y colaboraciones constantes. Sin embargo, el conjunto a cargo de la subcampeona olímpica Alejandra Quereda volvió a tener problemas con las cintas, incluida una salida de aparato que le supuso una deducción de 0,30. Las entrenadoras volvieron a reclamar, esta vez sin éxito, y se quedaron con 30,000.
El ejercicio les sirvió para terminar en octava posición en la segunda rotación, pero sumado al de los aros les dejó con 60,400 puntos, en décima posición del global y a 1,600 puntos de Azerbaiyán, que obtuvo la última plaza para la cita por las medallas al terminar octavo con 62,000 puntos.
Bulgaria, defensor del título, encabezó la clasificación, con 70,400 puntos, por delante de Italia, 69,350, y de Ucrania, 68,950. Junto a Bulgaria, Italia y Ucrania se metieron en la final Francia, conjunto entrenado por las seleccionadoras que llevaron al conjunto español a la plata en Río 2016, Anna Baranova y Sara Bayón, China, Israel, Uzbekistán y Azerbaiyán.