La alavesa Salma Solaun va a debutar en breve a sus 19 años en unos Juegos Olímpicos formando parte de la selección de gimnasia rítmica con el firme objetivo de subir al podio y, por qué no, colgarse una medalla. La integrante del conjunto nacional sueña con el primer puesto, como ya hicieran en 1996 las Niñas de Oro, donde también figuraba la vitoriana Tania Lamarca. Su gran papel en el Europeo celebrado a finales de mayo, donde junto a Ana Arnau, Inés Bergua, Patricia Pérez y Mireia Martínez consiguió alcanzar la tercera plaza de la clasificación general, la plata en la final de los cinco aros y el oro en el combinado de cintas y pelotas, alimenta sus esperanzas de gloria.
París ya está a la vuelta de la esquina, ¿cómo van esos nervios?
–De momento intento centrarme en el trabajo diario, ya que, además, debemos tomar parte en una prueba de la Copa del Mundo y primero tenemos esto en mente. Una vez que haya pasado este torneo y se vaya acercando la fecha, me imagino que ya empezaré a notar un poco más esos nervios.
¿Cree que un campeonato de estas magnitudes le ayudará de cara a la preparación de los Juegos?
–Sí, al final el torneo se celebrará el próximo fin de semana en Napoca (Rumanía) y creo que nos vendrá muy bien para rodar mejor los ejercicios. Será como una puesta a punto para todos los equipos. Además, nuestra última competición había sido el Europeo y después ha habido una pequeña bajada de carga, por lo que ahora toca volver a subir.
Después de aquel oro en el Europeo, que no se conseguía desde 1992, llegan a la gran cita olímpica con la etiqueta de favoritas, ¿aceptan ese papel?
–Yo creo que el Europeo nos ha servido para coger confianza con los ejercicios y ver que, si se trabaja bien en los entrenamientos, en la competición salen las cosas. Sabemos que si lo hacemos lo mejor posible, podemos estar ahí luchando por el pase a la final olímpica y luego, por qué no, soñar con esa medalla. Al final, nosotras queremos quedarnos satisfechas con nuestro trabajo y dar nuestro máximo cada vez que competimos.
¿Les decepcionaría no conseguir una medalla en tierras galas?
–Es algo que a todas nos encantaría, pero todo depende de las circunstancias. Es decir, si nos saliera mal, no nos quedaríamos contentas con lo que se ha demostrado en el tapiz. Sin embargo, si damos el máximo de cada una de nosotras y no conseguimos la medalla, nos daría mucha rabia; pero a la vez estaríamos satisfechas por haber hecho todo lo que haya estado en nuestra mano. También hay que saber que la competencia es feroz y a veces también depende de lo que hagan tus rivales.
"La medalla nos encantaría, pero depende de las circunstancias. Es decir, si nos saliera mal, no nos quedaríamos contentas con lo que se ha demostrado en el tapiz. Sin embargo, si damos el máximo de cada una de nosotras y no la logramos, nos daría rabia"
¿Cómo se gestiona esa etiqueta de favoritas?
–Somos un equipo que va pensando más en el trabajo diario que en el objetivo, y estos últimos meses de cara al Europeo ha funcionado. Hemos ido pensando en cumplir todo lo que nos piden en los entrenamientos y eso nos ha ayudado. Intentamos no pensar mucho en los Juegos Olímpicos y sí en cumplir con nuestro trabajo en el día a día para ganar en confianza.
A sus 19 años va a vivir en París sus primeros Juegos. ¿Ha hablado con alguien que ya lo haya hecho?
–Recientemente no, pero en su momento hablamos con las propias entrenadoras, que saben lo que es. Nos han dicho que tenemos que estar tranquilas, como si fuera un Campeonato del Mundo más, y que disfrutemos mucho de la experiencia, pues es algo que nos vamos a llevar para el resto de nuestras vidas. Por otro lado, nos han comentado que no sólo recordemos los Juegos, sino todo el camino que hemos recorrido para llegar hasta donde estamos. Cuando echemos la vista atrás en un futuro, lo tenemos que recordar como una etapa bonita, aunque lógicamente haya habido momentos muy duros.
¿Ha cambiado el nivel de exigencia desde que lograron el billete a París?
–Yo creo que sí porque cada año estamos intentando exigirnos un poco más. Conseguimos ese pase a los Juegos en 2022 y no nos lo esperábamos, ya que pensábamos poder conseguirlo en 2023. De cara al año siguiente, en el Mundial de Valencia teníamos menos presión y nos dio mucha tranquilidad. Por el contrario, en cuanto al trabajo en los entrenamientos, hemos buscado mejorar un poco más y no relajarnos. Es cierto que es difícil estar ahí arriba y queríamos mantener el nivel mostrado en 2022.
¿Cómo es su rutina?
–Este año, al ser olímpico, me he querido centrar más en el deporte y he decidido apartar un poco el nivel de estudios. Es cierto que he hecho el curso de entrenadora y sigo dando clases particulares, pero mi día a día se basa en dos sesiones de entrenamiento: una por la mañana y otra por la tarde. Ahora que estamos en temporada y los ejercicios salen mejor, intentamos hacer el trabajo lo más rápido posible para que los entrenamientos sean más cortos y a la vez más eficaces.
"Este año, al ser olímpico, me he querido centrar más en el deporte y he decidido apartar un poco el nivel de estudios; mi día a día se basa en dos sesiones de entrenamiento: una por la mañana y otra por la tarde"
A su juicio, ¿qué pesa más: el cansancio mental o el físico?
–Diría que ambos, aunque aparentemente parece que solo se ve ese cansancio físico. En el entrenamiento llevamos el cuerpo al límite y, después de estos años, tenemos dolores que son inevitables, pero tienes que aprender a convivir con ellos. En cuanto a la parte psicológica, es muy importante y muchas veces no se tiene tanto en cuenta.
¿Tiene Salma Solaun alguna manía antes de salir a competir?
–Alguna, pero también es cierto que me he quitado otras. De camino al pabellón me gusta ir escuchando música con los cascos y me suelo poner siempre las mismas canciones. Hay veces que si veo que me está funcionando alguna rutina, intento no cambiarla por si acaso. A nivel grupal también tenemos rutinas o manías, pero nos gusta guardárnoslas para nosotras.
Todo lo que envuelven los Juegos, como el ambiente, el encuentro con deportistas y demás, ¿quizá es lo que más pone la piel de gallina a una deportista?
–Sí, de pequeña siempre he soñado con ese momento y tengo muchas ganas de ver la villa olímpica con los mejores deportistas de todo el mundo. Estoy con muchísimas ganas de vivir todo eso, será un momento único y muy especial. Es más, creo que todavía no soy consciente de todo ello.
"De pequeña siempre he soñado con ese momento y tengo muchas ganas de ver la villa olímpica con los mejores deportistas de todo el mundo"
En el Europeo mandaron un mensaje de paz, ¿tienen alguna sorpresa preparada en el ejercicio que van a realizar?
–Los dos ejercicios que hemos sacado esta temporada se mantendrán igual, pero ese mensaje de paz que dimos queríamos guardarlo para la cita olímpica. La situación que se está viviendo en diferentes puntos del mundo ha sido la ocasión perfecta para lanzar ese mensaje. Es cierto, eso sí, que hemos realizado algún cambio respecto al Europeo para subir la dificultad.
