El hartazgo del San Ignacio se traslada al césped

Este domingo se jugaban dos partidos en Los Astrónomos. De un lado, el puramente competitivo entre el San Ignacio y la Cultural de Durango, saldado con derrota local (0-1), y de otro el que tiene que ver con la situación de los campos en Vitoria y que de un tiempo a esta parte viene padeciendo el club colegial durante la semana a la hora de afrontar con ciertas garantías sus entrenamientos.

Y es que en las últimas tres jornadas sólo han podido completar dos entrenamientos enteros con total normalidad. En verano se les dio como solución por parte del Ayuntamiento el uso de uno de los campos de Betoño ante la imposibilidad de entrenar en el maltrecho Adurtzabal.

Pero cuando las condiciones climatológicas empiezan a ser adversas, los jardineros encargados del mantenimiento de la instalación cercana al Buesa Arena les prohíben el uso de la misma. Apagan las luces y les conminan a seguir con sus sesiones de trabajo en el polideportivo, algo que para un equipo de Tercera División no es nada habitual ni práctico.

Pese a los requerimientos por parte del San Ignacio al propio Consistorio y la Federación Alavesa de Fútbol, nada ha cambiado con el consiguiente malestar en el seno de la escuadra blanquinegra. Hasta el punto que han tenido que acudir recientemente hasta Salvatierra para ejercitarse dos días.

De ahí que el hartazgo en algunos futbolistas se haya hecho más que palpable últimamente, amenazando incluso con abandonar el conjunto que dirige Aritz Castro. Ni una sola reunión en los últimos cuatro meses obligan al gabinete municipal a tomar cartas en el asunto de manera urgente, si no quieren que la situación se enquiste y vaya a mayores.

Un gran quebranto deportivo

Este domingo, momento antes de arrancar el choque ante la escuadra vizcaína, mostraron una pancarta en la que se pide al Ayuntamiento una solución.

Si Betoño no va a poder ser utilizado cada vez que llueva, el San Ignacio necesita otro campo. En un grupo en el que algunos rivales entrenan cuatro y hasta cinco días, el equipo vitoriano lo está haciendo tan solo tres, con el consiguiente quebranto competitivo que les puede ocasionar a lo largo de los encuentros.

La cuestión pasa por asumir que el campo en cuestión esta campaña deba necesitar mayores cuidados a partir de ahora, sobre todo dada la época el año en la que nos encontramos con la amenaza desde ya de lluvias e incluso nieve. Y si no, la construcción de nuevas instalaciones a la vista del aumento de jugadores y equipos en los últimos años.

La saturación es evidente en muchos momentos del curso y el propio San Ignacio tiene que acordar cada quince días con el Iru-Bat la fecha y hora de su partido en Tercera, dado que Los Astrónomos es un campo que aglutina a toda la estructura que preside Higinio Barrantes.