Gorka Corres disfruta de su nuevo status como ciclista. Ya sabe que el año que viene será profesional a todos los efectos. De hecho, lo asimila aún más hoy disputando en Vendèe la última carrera del curso actual. Lo hace de nuevo como ‘stagiaire’ sobre un recorrido de 200 kilómetros, circunstancia que ya será habitual para él a partir del próximo 1 de enero. El vitoriano repasa para DNA cómo han sido las tres últimas semanas, donde se ha fraguado su ascenso al ciclismo de élite, al tiempo que recuerda el camino realizado durante estas dos últimas campañas como amateur, tanto en ruta como en el ciclocross.
El sueño se ha cumplido. ¿Cómo se encuentra?
Muy contento. Desde que ya lo supe hace un par de semanas no lo asimilaba del todo, pero ahora que se ha hecho público es distinto y ya que lo sabe todo el mundo, no tienes que andar guardando el secreto.
¿Se lo esperaba?
Sí y no. Éramos muchos los corredores que estábamos haciendo buenos resultados y cabía la opción de que pudiera estar entre ellos, aunque al mismo tiempo no me hubiese extrañado si hubiese estado algún otro. Pero la llamada del Euskaltel ha facilitado un poco el paso. Hace un par de semanas fue cuando decidí seguir en el Caja Rural, aunque algo antes empezó a rondar por mi cabeza la idea de que podía darse el salto.
Aunque a comienzos de septiembre la idea de seguir en amateur un año más estaba encima de la mesa.
De hecho creía que era lo que iba a suceder. No me hubiese venido del todo mal haber hecho un tercer año en aficionados. Cierto es que no te formas igual en amateur que en profesionales, porque los medios son distintos y los calendarios y estructuras cambian. Subir a profesionales es una buena opción para seguir progresando.
“La llamada del Euskaltel ha facilitado un poco el paso; no me hubiese venido del todo mal haber hecho un tercer año en aficionados”
Así que la oferta de Euskaltel se puede decir que precipita todo.
Sí, se puede decir que sí ha sido decisivo. En cierta forma, intuía que podía producirse porque soy un corredor vasco, con buenos resultados y mi perfil podía darse. No es habitual que tiren de otros corredores de otras estructuras, pero a veces pasa.
¿Esperaba andar como lo ha hecho este curso?
Veía mejores desde el principio de temporada, pero pasé un bache al correr la Vuelta a Asturias con la Selección. No asimilé los esfuerzos que hice allí. Tuve un bajón grande para Bidasoa y Navarra, que eran carreras que estaban marcadas por mí. Luego era cuestión de darle la vuelta al cuerpo para volver a mi nivel como así he demostrado. He olido más de las que me imaginaba.
¿Cómo cambió esa cuesta abajo?
Era más físico que mental. Necesitaba levantar el pie durante una o dos semanas. Lo de Asturias me pilló de sopetón, aunque no es la primera vez que he logrado darle la vuelta a un bajón de esos y seguro que no será la última.
El año ha sido largo para usted. En enero estaba colgándose el bronce en el Nacional de ciclocross.
Además de verdad. Cuando me dijeron que iba a competir a final de temporada de stagiaire veía que se me podía hacer muy largo y realmente lo estoy notando. Tengo que descansar ya y de hecho la de este sábado es mi última carrera.
¿Qué tal fue el debut de hace unas semanas?
Fue bonito, lo disfruté mucho aunque sufrí mucho. Estiré mucho el cuello pero estuvo bien. Se me hacía raro estar al lado de gente que veía en fotos o estar sentado en la mesa al lado de ciclistas que había visto por instagram o por la televisión. Son todos muy humildes e impacta un poco. Iba en carrera un poco despistado, porque de repente estaba al lado de alguien conocido y me desconcentraba a ratos.
Ahora el siguiente reto es amoldar al cuerpo a los esfuerzos y los kilometrajes que hay en profesionales.
Por supuesto. En sub-23 corres todos los fines de semana y no hay mucho margen de entrenamiento entre carrera y carrera. En profesionales corres igual en bloques de cinco en cinco días y tienes más descansos y opciones para hacer entrenamientos de calidad o en altura.
¿Tiene miedo a algo?
No no. Respeto igual sí, porque hay que estar por ejemplo tiempo fuera de casa y hay que ver cómo se lleva eso o las condiciones climatológicas que te puedes encontrar por el Norte y las caídas que se puedan dar.
No será porque el ciclocross le ha endurecido un poco, ¿verdad?
Lo bueno que tiene es que es una hora y no da tiempo a coger frío. Vas a tope todo el rato y el pulso a tope. Ha habido años que he conseguido disfrutar más del ciclocross, no sólo por la disciplina en sí, sino también por el ambiente que se genera. Me llevo muchas amistadas de ese mundo y he competido contra amigos y el ambiente me encantaba. Te sales un poco del globo de tu equipo y eso me molaba.
“He madurado mucho, más como persona incluso. He empezado a entrenar bien de verdad y noto que llego mejor a las carreras largas”
¿Le ha venido bien hacer la temporada invernal para preparar la ruta?
Depende del tipo de calendario de carretera que tengas. Yo este año empecé el 9 de enero y luego seguí con la ruta y hasta hoy. A día de hoy me es inviable, aunque alguna carrera igual más adelante hago para quitar el mono.
Encima logrando cosas importantes, ¿no?
Sí, no me ha ido mal. Cuando he salido fuera he conseguido hacer entre los veinte primeros en algunas pruebas. Es verdad que no me he planteado nunca vivir de ello, porque sabía que me faltaba recorrido para poder hacerlo.
En sus dos años como amateur. ¿Dónde ve que ha progresado?
He madurado mucho, más como persona incluso. He empezado a entrenar bien de verdad y gracias a mis entrenadores he experimentado ese cambio. Noto que llego mejor a las carreras largas, no tan vacío. Con el nutricionista he aprendido a comer bien en carrera, algo que es importante.
Ahora, ¿dónde le gustaría mejorar?
No lo sé. Puedo especular, pero hasta que no me vea en carrera habrá que esperar. Empiezo a conocer un mundo nuevo y me gustaría probar las contrarreloj con la cabra, entrenamientos en altura…
¿Cómo se define como ciclista?
Soy completo. No se me da mal nada en concreto ni tampoco soy puro en algo. Me defiendo en todos los terrenos, aunque las carreras que me van bien son las de eliminación.
¿Con qué sueña ahora?
Con ganar una carrera cerca de casa. La idea es crecer dentro del Caja Rural y llegar algún día a un World Tour y competir en la Itzulia o en la Vuelta a España que pase cerca de casa.
¿Como ha vivido la familia el proceso de llegar al profesionalismo?
Se han puesto un poco más nerviosos hace unas semanas cuando veían que igual me quedaba otro año en amateur, igual incluso más que yo. Pero ahora están muy contentos y asimilando todo.